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Ábalos visita Calatayud, epicentro de la trama Koldo y cuartel general de un socio de Aldama

El comisionista se citó con Escolano tras ser excarcelado para recuperar «documentación sensible» de PDVSA

Ábalos visita Calatayud, epicentro de la trama Koldo y cuartel general de un socio de Aldama

Koldo García, el exministro José Luis Ábalos y Víctor de Aldama. | Ilustración de Alejandra Svriz

José Luis Ábalos viajó a Calatayud (Zaragoza) a finales de abril. Los investigadores consideran la ciudad aragonesa como el epicentro del fraude de las mascarillas, caso por el que el Tribunal Supremo investiga al exministro. No en vano aquí es donde tiene su cuartel general uno de los principales socios de Víctor de Aldama, el empresario Luis Alberto Escolano. El comisionista le visitó en noviembre, apenas unos días después de ser excarcelado. La Guardia Civil sospecha que la cita sirvió para que Escolano le devolviera un sobre de la petrolera venezolana PDVSA con «documentación sensible».

Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE señalan que Ábalos visitó Calatayud el 21 y 22 de abril. Ese último día regresó a Madrid en el primer tren, con salida a las 8.01 horas. Los viajeros pudieron ver cómo hablaba continuamente por teléfono mientras esperaba el convoy en la estación. Otras fuentes afirman que estaba acompañado por su pareja, Andrea de la Torre. Este diario desconoce el motivo por el que el exministro se desplazó a la ciudad aragonesa, aunque hay quien asegura que se habría entrevistado con el socio de Aldama.

Escolano descarta haberse reunido con Ábalos. El empresario afirma a este diario a través de una conversación telefónica que ni se ha visto con el exministro ni tenía constancia de su visita a Calatayud. El socio de Aldama fue detenido el pasado 16 de diciembre, unas semanas después de reunirse con el comisionista, por su presunta vinculación con el fraude de los hidrocarburos, que supera los 231 millones de euros.

Ábalos y el piso de Jésica

La Guardia Civil considera a Escolano «una de las personas de la máxima confianza de Aldama, llegando a compartir asociación y órganos de gobierno en diversas mercantiles domiciliadas en Portugal». Además, administra diversas empresas receptoras de fondos del entramado empresarial del comisionista, que llegó a dirigirse a Escolano como «hermanito».

La confianza era tal que una de las primeras decisiones de Aldama tras ser excarcelado el 21 de noviembre fue visitar a Escolano en Calatayud. Nueve días después de salir de prisión comieron en el Mesón de la Dolores y acudieron a la cervecería Baviera, según avanzó el Heraldo de Aragón. Los empleados de ambos establecimientos identificaron al comisionista, después de que los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil les mostraran su foto.

Los investigadores creen que Escolano era «el custodio de la documentación sensible» perteneciente a Aldama. Según la hipótesis de la UCO, el comisionista acudió a Calatayud para recuperar un sobre relacionado con la petrolera venezolana PDVSA destinado a la vicepresidenta Delcy Rodríguez. De hecho, Escolano le envió por WhatsApp una foto del paquete. El mismo al que Aldama se refería cuando aseguraba que tenía una información comprometedora para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Aldama fue detenido el año pasado en dos ocasiones. La primera, en febrero, por su presunta implicación en el caso Koldo, la trama de corrupción que anidó en el Ministerio de Transportes en la época de Ábalos. Sin embargo, el juez Ismael Moreno le dejó en libertad bajo fianza. El comisionista volvió a ser arrestado en octubre por el presunto fraude en el IVA de los hidrocarburos. En esta ocasión, el magistrado Santiago Pedraz ordenó su ingreso en prisión, que abandonó tras tirar de la manta.

Comisiones por licitaciones

Sus revelaciones en la Audiencia Nacional causaron un auténtico terremoto político. Aldama desveló que había pagado 650.000 euros a Ábalos, 250.000 por las comisiones de las mascarillas, y otros 300.000 euros a su asesor. El comisionista, que también señaló a otros dirigentes del PSOE, apuntó al exministro, al que acusa de cobrar mordidas a cambio de adjudicaciones públicas. A continuación, aportó una serie de documentos en los que subrayaba una serie de licitaciones, aunque el exdirigente socialista niega la mayor.

Para pagar algunos de esos favores, Aldama se habría servido de Escolano. Los investigadores han constatado que el empresario pagó el alquiler del piso que disfrutaba Jésica Rodríguez, expareja de Ábalos. Los informes de la Guardia Civil revelan que, entre otras cosas, la trama abonó más de 88.000 euros por el piso en el que residió la joven casi tres años. El propio Escolano reconoció el pasado 4 de marzo en el Supremo que asumió el alquiler de la vivienda porque así se lo ordenó Aldama. Una declaración que apuntala la tesis del comisionista.

Meses antes, en noviembre, Escolano se desvinculó de la trama de las mascarillas. Su abogado le preguntó por tres empresas ubicadas en Portugal. A pesar de que reconoció que era el administrador de dos y que tenía el 100% de la propiedad de otra, rechazó cualquier relación con la adjudicación de las mascarillas. Soluciones de Gestión consiguió los contratos de la Administración por 60 millones de euros días después de declararse del estado de alarma. La UCO sostiene que Aldama sabía con antelación que «iba a resultar beneficiario».

De esa tarea se habría encargado Koldo García, asesor ministerial de Ábalos. De hecho, la empresa zaragozana que instrumentalizó el comisionista para lograr los contratos sanitarios y el empresario Juan Carlos Cueto suscribieron un acuerdo para el suministro de mascarillas días antes de obtener la adjudicación, ya que Soluciones de Gestión no tenía capacidad por sí misma.

Escolano también fue citado a declarar como investigado el pasado 1 de abril por el caso hidrocarburos, aunque se acogió a su derecho a no declarar. Los investigadores le señalan como el testaferro de Aldama, que «codirigía» la trama junto al empresario Claudio Rivas.

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