Ábalos dejó con «destrozos» y «restos de cocaína» una 'suite' del Parador de Sigüenza
Los hechos sucedieron en la habitación 210 en mayo de 2021, apenas unas semanas antes de su destitución del Gobierno
Parador de Sigüenza, primavera de 2021. El entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se alojó una noche en este hotel de la provincia de Guadalajara acompañado de una joven. Junto a ellos, su asesor, Koldo García Izaguirre, tres escoltas y otras dos mujeres. Así lo relatan a THE OBJECTIVE varios trabajadores del establecimiento público de Turismo. Entre ellos, los dos responsables de limpieza y mantenimiento que, tras una fiesta nocturna en el parador, hallaron los destrozos en la habitación en la que se alojó el ministro, la suite 210, donde se encontraron «restos de cocaína» y varios desperfectos en el mobiliario.
THE OBJECTIVE ha podido confirmar, a través de distintas fuentes, que Ábalos se alojó en el establecimiento en el mes de mayo de 2021, semanas antes de su destitución fulminante del Gobierno por parte de Pedro Sánchez. Varios empleados, la mayoría de los que trabajaban en 2021 en el establecimiento hotelero, han confirmado la presencia de José Luis Ábalos en el parador. España estaba inmersa en el segundo estado de alarma y todavía había importantes restricciones sanitarias. En aquel momento, todavía estaba vigente la limitación de la movilidad entre territorios. Ábalos era entonces una de las cuatro autoridades delegadas del estado de alarma, junto con los ministros de Defensa, Interior y Sanidad, y gozaba de libertad total de circulación. El entonces ministro de Transportes se desplazó a una hora y 40 minutos de Madrid con un séquito de al menos siete personas.
Según el testimonio de esos trabajadores, se celebró «una fiesta» en el comedor de la planta baja. «Se les dejó una zona más privada y luego se subieron a la habitación de Ábalos a continuar con las copas» porque a las 23 horas se cerraba el comedor y la cafetería, y porque «el ministro disponía de la suite 210, la única con un salón contiguo al dormitorio». Los empleados consultados no han podido precisar la fecha exacta en que se produjeron los hechos, pero algunos los ubican en “un sábado de finales de mayo de 2021“. Las restricciones del segundo estado de alarma en España, decretado el 25 de octubre de 2020, se prolongaron hasta el 9 de mayo de 2021, cuando dejaron de estar en vigor el toque de queda desde las 23 horas o la limitación de personas en reuniones en espacios públicos y privados.
Los «latigazos de cocaína»
Los dos testimonios de mayor relevancia que acreditan la veracidad de lo sucedido son los de los dos trabajadores que fueron testigos de los destrozos que tuvieron lugar en la estancia ocupada por Ábalos y su pareja en el Parador de Sigüenza. Ambos han señalado que su acompañante era Andrea de la Torre, con la que el ministro mantuvo una relación sentimental con posterioridad, pero la joven ha manifestado a TO que nunca ha estado en dicha localidad.
Uno de los camareros aseguró que estuvo hablando con ella «bastante tiempo» y añadió que «era muy maja» y que «era malagueña». En conversación con este diario, el operario de mantenimiento J.L.A. situó lo sucedido «a mediados o finales» de mayo. «Vino con cuatro escoltas y yo vi a dos o tres mujeres más…» que, por su apariencia, él identificó con prostitutas. «Yo subo al día siguiente porque me avisa el departamento de pisos de que hay una avería. Me encuentro con restos de una copa o algo, era más bien vino, el mando roto de la televisión y la lamparita de la tulipa tirada y rota», manifiesta.
Este trabajador asegura que el mando a distancia de la televisión estaba tirado en el suelo, como si lo hubieran «estampado». «Sí, como si lo hubieran lanzado. Estaba tirado en el suelo. Yo lo cogí del suelo. Estaba roto», añade J.L.A. Y encima del escritorio había restos de cocaína: «Sí, latigazos había sí… Es más, a la chica que estaba limpiando le dije: ‘Ponte unos guantes que hay restos’». Fue «a las 11 y media, ellos ya se habían ido», dice este empleado en relación con las cuatro estancias ocupadas por Ábalos, Koldo y sus escoltas. «A ver, yo cuando subí me encontré eso. Lo mismo la camarera de piso ya había recogido algo más. Recogería lo del vidrio roto de la copa…». Junto a esos restos de droga, el ministro Ábalos había dejado «una caja entera de mascarillas sin abrir».
Estuvieron un solo día y se alojaron en las habitaciones 208, 209, 210 y 211. Ábalos y Koldo se alojaron en las suites presidenciales, los escoltas en las habitaciones estándar. Según un trabajador, Ábalos pernoctó con quien posteriormente se convertiría en su pareja, Andrea de la Torre Maeso; y Koldo García, con dos mujeres que durmieron en su habitación: «El sofá cama estaba abierto». El primer día que THE OBJECTIVE entró en contacto con este empleado, se produjo un gran revuelo en el Parador de Sigüenza. «Está toda la gente diciendo que hay dos periodistas preguntando y todo el mundo, pues no sé qué, pues no sé cuanto… Y yo lo he dicho, lo he reconocido: ‘Pues sí, subí yo a la habitación’», revela J.L.A. a este periódico.
No obstante, el superior jerárquico de J.L.A. en el departamento de Mantenimiento del Parador, Alejandro Medina, niega los hechos, provocando la réplica de su subordinado: «Este aquí me lo ha empezado a negar: ‘Que no estuvo’. Sí, estuve, porque el que no estuviste fuiste tú que te cogiste dos meses de vacaciones… Y dijo: ‘Ah, es verdad’». Según este operario, el actual responsable de mantenimiento es un estrecho colaborador del director del establecimiento, Fernando Tizón, que ha intentado «tapar lo sucedido». «Lo sé porque yo relleno partes de trabajo» en los que se detallan los desperfectos en las habitaciones. «Viene todo: la habitación, el arreglo de tulipa, cambio de mando por destrozo, pintar habitación por… pues eso». Este periódico se ha puesto en contacto con la dirección del establecimiento, que también ha negado lo relatado por los trabajadores.
Dos trabajadores, testigos de los destrozos
Pocos días después de que este periódico visitara al lugar de los hechos, los dos testigos directos de la parte más escabrosa de los incidentes, los destrozos del parador, recuerdan lo sucedido en un audio. Pese a haber pasado ya tiempo desde que el exministro Ábalos se hospedase en el Parador de Sigüenza, el recuerdo permanece vívido en la memoria de los trabajadores. En esta nueva prueba documental, ambos recuerdan aquel día de 2021, cuando el encargado de mantenimiento acudió a la llamada de una de las limpiadoras habituales, curtida en la rutina de los desperfectos ajenos, en la suite 210.
El trabajador J.L.A. le pregunta si recuerda aquel día, y ella, que evita detenerse en los detalles, asiente. «En la 210, que subí, yo contigo a arreglar lo del vaso que estaba por ahí roto, el mando de la tele… ¿Te acuerdas?», le pregunta J.L.A. «Sí…», responde ella. Lo primero que ven al entrar es una copa rota, el mando de la televisión destrozado, el teléfono de la habitación arrancado, la mesita tumbada en el suelo y botellas vacías «por ahí estampadas». «¿Te acuerdas que te dije ‘ponte guantes’, que estaba toda la mesa llena de cocaína?», recuerda el responsable de mantenimiento. La limpiadora asiente. «Estaba la copa, que derramó toda la pared…», sigue él haciendo memoria. Y ella le completa: «El teléfono, el mando, la mesita estampada…». El trabajador añade: «¡La mesita estaba, sí…! Mira, ahora que estoy hablando me voy acordando de más…». “Las botellas por ahí estampadas”, termina ella.
No es la primera vez que se enfrentaban a una habitación con daños en el mobiliario, aunque sí la primera con un ministro del Gobierno en ejercicio. «Nos tocan todas», bromea él. Ella, con resignación, solo añade que siempre le tocan «las peores». No se escandalizan, ninguno de los dos. Lo cuentan sin dramatismo. Formaba parte de su trabajo. Ya habían recogido escenas similares en otras habitaciones. «¿Te acuerdas que vinieron con unas pilinguis?», lanza él, mientras ella asiente entre risas. «¡Y se volvió loco!», comenta, refiriéndose al exministro de Transportes. Según explican, no hubo parte oficial. Solo una intervención rápida del personal de limpieza y mantenimiento para dejarlo todo como si nada hubiera pasado. Un tema tabú para los trabajadores del Parador de Sigüenza, conscientes de que la autoridad que se alojó allí era, nada más y nada menos, que una autoridad delegada del estado de alarma en plena desescalada de la covid-19.
Además, se da la circunstancia de que hace unos días ‘OK diario’ desveló que Ábalos llevó una furgoneta llena de “señoritas” al parador de Teruel y destrozó la ‘suite’ principal, en unos hechos que supuestamente habrían ocurrido el 15 de septiembre de 2020. Fiestas, prostitutas y destrozos en habitaciones de Paradores de Turismo que fueron destapados en primicia por THE OBJECTIVE en el largo serial que comenzó a publicarse desde el 3 de noviembre de 2021 para estupefacción de media España. A continuación, Ábalos denunció al periódico ante los tribunales por esas noticias, pero la Justicia avaló la veracidad de las informaciones publicadas.