The Objective
EXCLUSIVA

Seis trabajadores confirman la presencia de Ábalos en el Parador de Sigüenza en 2021

Dos camareros, dos limpiadoras, un técnico de mantenimiento y un recepcionista atestiguan la fiesta del exministro

Seis trabajadores confirman a THE OBJECTIVE la presencia del entonces ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en el Parador de Sigüenza en mayo de 2021. Los testimonios recabados por este periódico sitúan a quien fuera la mano derecha de Pedro Sánchez en el establecimiento público de turismo apenas unas semanas antes de su destitución, junto a su asesor Koldo García Izaguirre, tres escoltas y tres mujeres.

Según algunos trabajadores consultados, entre esas mujeres se encontraba la expareja del exministro, Andrea De la Torre. Ella, en cambio, niega su presencia en conversación con THE OBJECTIVE, al igual que el propio Ábalos, que este martes desmintió los hechos en sus redes sociales. Pese a ello, este diario ha podido confirmar la presencia del exministro con hasta seis trabajadores de diferentes departamentos del establecimiento: dos camareros, dos limpiadoras, un responsable de mantenimiento y un encargado de recepción. Todos ellos confirman la celebración de una fiesta, aprovechando las dependencias del Parador en la segunda planta del edificio, que acabó causando desperfectos en la suite 210 en la que se alojó el exministro. Daños de los que fueron testigos directos dos de ellos puesto que se encargaron de recoger la habitación.

«Se subieron a la habitación de Ábalos a tomar una copa», explica un camarero que acumula diez años de experiencia en el establecimiento. El exministro de Transportes cenó en el comedor junto a Koldo García y los escoltas. El castillo del siglo XII en que se ubica el Parador acababa de aprobar nuevas normas tras el levantamiento del segundo estado de alarma el 9 de mayo. A las 23 horas, se cerraba el comedor y la cafetería. Según explica este trabajador, «se cerraba antes porque, después de lo del covid, había restricciones de horario y había un saloncito que tenemos en la segunda planta» donde los clientes solían ir a continuar la sobremesa.

El presidente firmó en esas fechas el Decreto 55/2021 de 8 de mayo sobre medidas de prevención y control necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la covid-19. El mismo recogía que «los establecimientos en los que las autoridades sanitarias identifiquen la necesidad de realizar trazabilidad de contactos, tendrán la obligación de facilitar a las autoridades sanitarias la información de la que dispongan y que le sea solicitada relativa a la identificación y datos de contacto de las personas potencialmente afectada». Así, procuraban «mantener el control de la identificación de esas personas».

«Mi compañero estuvo en el ajo»

Según el relato de los hechos aportado por los empleados, «se fueron a la segunda planta, se subieron todos…». A ellos se les unió el jefe de comedor que trabó buena relación con Koldo, según varios empleados que fueron testigos de los hechos. «Pregúntale a mi compañero, que es el que estuvo en el ajo», explica entre risas un trabajador. «Con ese tienen más amistad. Ese os podría decir hasta la fecha». El testimonio de este camarero apunta a que no es la única vez que Ábalos acudió a Sigüenza, porque la relación que tenía con él y con Koldo era cercana. Sobre la fiesta que tuvo lugar en el Parador en esas fechas, asegura: «No sé cómo terminaría». Pero las risas que salpican su relato aluden a la presencia de mujeres, que identifican con prostitutas, y a que la fiesta se les fue de las manos. Este periódico se ha puesto en contacto en varias ocasiones con la persona mencionada por ese trabajador, pero ha declinado aportar su versión de los hechos.

Un segundo trabajador que confirma la presencia de Ábalos en el Parador es una mujer que pertenece al departamento de ‘Pisos’, responsable de la limpieza de las habitaciones. Esta mujer no solo sitúa al ministro en esas fechas, sino también en otras más recientes, con un recuerdo nítido. «Estuvo hace poco, que era su cumpleaños, en la 209. Estuvo en junio de este año, a principios de verano. Recuerdo de verles más de una vez…». Esta nueva testigo explica que a las autoridades que vienen «se les suelen dar estas habitaciones porque son de una sola cama». Y que recuerda la ubicación en la segunda planta para mantener la privacidad del exministro: «A mí me suena que la de arriba [planta] porque coincidió que yo estaba trabajando ahí. Esta es una forma muy fácil de cortar el acceso. Entras a mano y no entra nadie aquí, para que sea más privado».

Esta privacidad permitió encapsular la información de los desperfectos ante el resto de los trabajadores del Parador y que no trascendiera la gravedad de los hechos. Entre los trabajadores consultados, también se encuentra un recepcionista, que se refiere a una fiesta «en el verano» de ese 2021, aunque la mayoría evita hablar del tema tabú de los daños causados en el establecimiento público de turismo: «Puede ser», responde uno con una sonrisa. «Hemos tenido algún episodio de esos, pero no recuerdo el año. Por suerte, no tenemos muchos», contesta otro al ser preguntado por la estancia del exministro. La capacidad de bloquear filtraciones se mantiene, cuatro años después de lo ocurrido. Mientras la mayoría de los empleados del Parador consultados refiere los daños que el exministro dejó en la suite en la que se alojó como una cuestión menor que afecta a «alguna lámpara o alguna cosa», los testimonios de los dos trabajadores que limpiaron y recogieron los «restos» del dormitorio de Ábalos sí que dan gravedad a los hechos.

«Latigazos de cocaína»

Los relatos más contundentes sobre lo ocurrido en el Parador de Sigüenza en mayo de 2021 provienen de dos empleados que fueron testigos directos del estado en el que quedó la estancia ocupada por José Luis Ábalos y sus acompañantes. Ambos coinciden en identificar a una de estas con Andrea de la Torre, persona con la que el exministro mantendría posteriormente una relación sentimental. No obstante, la aludida ha negado rotundamente a THE OBJECTIVE haber estado nunca en dicha localidad.

Uno de los camareros del Parador recuerda haber hablado con ella durante un tiempo prolongado. La describe como una mujer «muy agradable» y menciona que tenía acento andaluz, concretamente malagueño. Por su parte, un trabajador de mantenimiento, identificado con las siglas J.L.A., sitúa los hechos entre mediados y finales de mayo. «Llegó con cuatro escoltas y había otras dos o tres mujeres con ellos», detalla, y añade que, por su apariencia, creyó que eran prostitutas.

Fue este operario quien, al día siguiente, subió a la habitación tras recibir el aviso de una avería. Al entrar, se encontró con restos de una copa —posiblemente vino—, el mando de la televisión hecho añicos y una lámpara de mesa completamente rota. «Estaba todo por el suelo, el mando parecía que lo hubieran lanzado con rabia», explica. También asegura que, sobre el escritorio, vio lo que parecían ser restos de cocaína. «Le dije a la compañera de limpieza que se pusiera guantes porque había restos de droga», añade. Todo esto lo encontró en torno a las once y media de la mañana, una vez el grupo ya se había marchado.

El equipo se hospedó por una única noche y ocupó las habitaciones 208, 209, 210 y 211. Ábalos y su asesor Koldo García durmieron en las suites, mientras que los escoltas se repartieron entre estancias estándar. El mismo trabajador relata que el exministro pasó la noche con quien más tarde sería su pareja, mientras que Koldo compartió habitación con dos mujeres. «El sofá cama estaba desplegado» apunta.

Según su testimonio, el director del Parador, Fernando Tizón,  ha intentado «tapar lo sucedido». «Lo sé porque soy yo quien rellena los partes de trabajo», explica. En esos informes internos se detallan intervenciones de mantenimiento como “reparación de tulipa”, “sustitución de mando por rotura” o “repintado de habitación”, todas correspondientes a los desperfectos detectados tras esa noche. A pesar de estos datos, la dirección del establecimiento, contactada por THE OBJECTIVE, ha negado los hechos relatados por el personal.

Publicidad