El empresario ruso Kokorev elude regresar a prisión tras aceptar una multa de 20 millones
Fue condenado por blanquear fondos de origen ilícito en sus relaciones comerciales con Guinea Ecuatorial

El empresario ruso afincado en Gran Canaria Vladimir Kokorev (en la pantalla). | EFE/ Ángel Medina G.
El empresario ruso Vladimir Kokorev ha aceptado este lunes en la Audiencia de Las Palmas una pena de dos años y tres meses de prisión, ya cumplidos en prisión preventiva, y una multa de 20 millones de euros por blanquear fondos de origen ilícito en sus relaciones comerciales con Guinea Ecuatorial. La sentencia llega tras un acuerdo de conformidad alcanzado entre su defensa y la Fiscalía Anticorrupción.
La vista ha tenido lugar por videoconferencia debido al delicado estado de salud del acusado, quien ha comparecido desde una cama. En ella ha reconocido los hechos imputados por el Ministerio Público, que modificó su escrito de acusación tras anularse diligencias posteriores a una prórroga considerada extemporánea en 2020.
Una red de blanqueo con apoyo familiar
La sentencia también impone un año y once meses de prisión y 15 millones de euros de multa a su esposa, Yulia Maleeva, y exime de toda responsabilidad a su hijo, Igor Kokorev, inicialmente procesado.
El asesor fiscal de Kokorev, Juan Arencibia, ha sido condenado a un año de prisión y una multa de 500.000 euros, mientras que sus hermanas, Margarita y María Luisa Arencibia, han aceptado seis meses de cárcel y multas de 10.000 euros cada una. Ninguno de ellos ingresará en prisión al no superar las penas los dos años y no tener antecedentes.
La sentencia incluye además el decomiso de todos los bienes y cuentas embargados a la familia hasta cubrir el total de las sanciones económicas impuestas.
Una trama para ocultar 58 millones
Según la Fiscalía, los acusados desarrollaron un complejo entramado societario que operaba con entidades en diferentes jurisdicciones, con el objetivo de encubrir el origen de los fondos procedentes de la compraventa de buques y otros bienes con Guinea Ecuatorial. Las ganancias eran inicialmente depositadas en el Nordea Bank de Dinamarca y posteriormente reconvertidas en patrimonio inmobiliario no declarado en España.
Kokorev y Arencibia idearon y gestionaron esta red, en la que las hermanas del asesor fiscal actuaban como pantallas de sociedades que, en realidad, controlaba la familia Kokorev. El objetivo era canalizar y blanquear los beneficios obtenidos, evitando su declaración ante la Hacienda Pública española.
El fiscal Javier Ródenas ha subrayado que el proceso ha estado marcado por dilaciones extraordinarias a lo largo de 16 años de instrucción, con varios periodos sin avances atribuibles al juzgado. También ha recordado que Vladimir Kokorev sigue investigado por la Audiencia Nacional por un presunto delito de tráfico de armas con Guinea Ecuatorial.