El responsable de Mantenimiento del Parador de Sigüenza fue detenido por tráfico de drogas
Ocurrió apenas dos meses antes de que el ministro se alojara en el establecimiento, según los trabajadores

José Luis Ábalos. | Ilustración de Alejandra Svriz
El actual responsable de Mantenimiento del Parador de Sigüenza, Alejandro Medina, fue detenido por tráfico de drogas en febrero de 2021, dos meses antes de la estancia de José Luis Ábalos en mayo de 2021 en el establecimiento hotelero, según relataron seis trabajadores a THE OBJECTIVE. Uno de ellos, el empleado de mantenimiento, quien recibió el aviso del departamento de Pisos que alertó de los «destrozos» en la suite 210 en la que se alojó Ábalos, desveló la existencia de «latigazos de cocaína» encima del escritorio de la habitación, motivo por el cual alertó a la limpiadora de que se pusiera guantes «porque hay restos».
La detención de Medina se produjo en febrero de 2021 en el marco de la operación «Gong» de la Guardia Civil, en la que se desarticuló una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína. Se detuvo también a otras cinco personas, cuatro de ellas de origen dominicano y del mismo núcleo familiar. En el caso del actual responsable de Mantenimiento del Parador de Sigüenza, la detención por parte del Grupo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Guadalajara se produjo mientras dormían en el domicilio de sus progenitores en el cual residía, generando un enorme impacto en la pequeña localidad castellana manchega.
Según el testimonio de varios trabajadores y vecinos de Sigüenza, «todo el mundo sabía que Alex era camello». Por ello, sorprendió que, tras el escándalo de esa detención, fuera nombrado jefe del departamento de Mantenimiento del parador en el que llevaba trabajando desde 2017. Cuatro años después de su llegada, Medina se había convertido en la persona de confianza del director, Alejandro Tizón, motivo por el cual le puso al frente del departamento de mantenimiento. Algunos trabajadores consultados por este diario aseguran que «Medina facilitaba cocaína a mucha gente de Sigüenza y de fuera de Sigüenza».
«Todo el mundo sabía que Medina era camello»
La operación del Instituto Armado provocó una auténtica conmoción en la localidad, a la cual siguió la incomprensión por el ascenso de Alejandro Medina. Cuando el exministro Ábalos se alojó presuntamente en el parador dos meses después, en la segunda quincena de mayo, Medina no estaba presente en el momento de los hechos porque se había cogido «quince días de vacaciones» con motivo de su cumpleaños, el 16 de mayo. Un hecho al que se refirió el empleado de mantenimiento del parador en la entrevista que concedió a THE OBJECTIVE el pasado mes de noviembre, que fue boicoteada por Fernando Tizón y Alejandro Medina, tras un encuentro mantenido con el equipo de investigación de este periódico, al que siguió en su coche hasta el lugar en el que se había concertado la grabación. Poco después de ese incidente, el trabajador fue despedido del Parador de Sigüenza aprovechando el cierre de siete meses por las obras de remodelación del Castillo del siglo XII en que se ubica.
Ábalos no se registró
José Luis Ábalos se hospedó en el Parador de Sigüenza sin figurar en el registro oficial de huéspedes. Tal y como adelantó THE OBJECTIVE, el exministro de Transportes y antiguo secretario de Organización del PSOE no aparece en los listados correspondientes al mes de mayo de 2021. Sin embargo, esta ausencia no descarta que se alojara realmente en el establecimiento, de acuerdo con varios empleados que conocían cómo se manejó su estancia semanas antes de que Pedro Sánchez lo cesara. Varios trabajadores de la red pública hotelera aseguraron a este medio que Ábalos durmió en el parador, pero sin dejar rastro documental de ello.
Los testimonios recabados por este periódico apuntan a que existió un correo electrónico enviado al jefe de recepción antes de su llegada: «Me enteré de eso y el chico me ha dicho que sí, que hay un correo interno», relató uno de los trabajadores, aludiendo al empleado que gestionaba entonces las comunicaciones internas. Ese mensaje advertía sobre la llegada de «un cliente VIP que no se daba de alta». Según uno de los testigos con conocimiento de los daños detectados en la suite 210, en dicho correo «sí ponía el nombre de Ábalos», aunque las reservas de las habitaciones 208, 209, 210 y 211 –ocupadas por el ministro, su asesor Koldo García, tres escoltas y tres mujeres– se realizaron a nombre de otra persona.
De hecho, en la noche del miércoles, el propio Ábalos compartió en la red social X un documento firmado por el actual director del parador, Fernando Tizón, en el que se afirma que «no consta que se haya alojado en ningún momento en el establecimiento». El exministro continúa desmintiendo la información, calificándola de «bulo», a pesar de que hasta seis trabajadores –dos camareras de piso, dos camareros, un técnico de mantenimiento y un recepcionista– respaldan con su testimonio el relato.
Los empleados consultados por este medio señalan que la falta de registro de visitantes VIP no es una práctica inusual. «Claro que es ilegal, pero ya sabes esta gente cómo actúa», apuntó uno de ellos. Otro testigo presencial añadió: «A lo mejor se registró ella. O a nombre de los escoltas», en referencia a las personas que acompañaban al político. Un extrabajador con conocimiento directo de lo ocurrido hace cuatro años afirmó que ese procedimiento era común cuando se trataba de visitas privadas de altos cargos: «¿Cómo va a ser tan tonto este personaje? ¿Cómo se va a registrar con su nombre? Se registran con otro nombre». Este método, explicó, servía para evitar que quedara un registro policial, ya que «eso sabes qué pasa luego a Policía con la información del que está registrado en el hotel», a través de la plataforma oficial de hospedaje del Ministerio del Interior.