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Tribunales

El Supremo obliga a la familia Franco a devolver dos esculturas del Pórtico de la Gloria

Las figuras desaparecieron del Ayuntamiento de Santiago en 1954, coincidiendo con una visita del dictador

El Supremo obliga a la familia Franco a devolver dos esculturas del Pórtico de la Gloria

Esculturas del maestro Mateo en poder de la familia Franco. | Europa Press

Golpe judicial a la familia de Francisco Franco. El Tribunal Supremo obliga a los descendientes del dictador a devolver al Ayuntamiento de Santiago de Compostela dos esculturas del Pórtico de la Gloria. La Sala de lo Civil del Alto tribunal enmienda la Audiencia Provincial de Madrid, que hace seis años dio la razón a los nietos del caudillo al considerar que hubo un «error patente en la valoración de las pruebas». Las figuras, atribuidas al Maestro Mateo, desaparecieron del Consistorio gallego en 1954, coincidiendo con la visita del general a la ciudad con motivo del Año Santo.

La sentencia, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, estima el recurso del Ayuntamiento de Santiago de Compostela contra la familia Franco, que tendrá que restituir ambas esculturas románicas. El Consistorio interpuso una demanda contra la hija del dictador, María del Carmen Franco Polo, y, tras su muerte, la mantuvo contra sus descendientes.

Las figuras de Abraham e Isaac adornaron el pórtico de la catedral hasta 1521. El Ayuntamiento de Santiago las adquirió al conde de Gimonde en junio de 1948 por 60.000 pesetas (360 euros actuales). Seis años más tarde, durante una visita a la ciudad gallega, la esposa de Franco mostró su interés por las esculturas. Para complacerla, el alcalde las envió al Pazo de Meirás, la residencia de verano de la familia, que la Justicia también ordenó devolver.

Los Franco y Meirás

Los herederos del dictador sostenían que Franco había comprado las piezas a un particular, pese a que el Ayuntamiento de Santiago presentó la escritura pública que le otorga desde 1948 su titularidad. También facilitó facturas e informes para demostrar que le pertenecía. Aun así, la Audiencia de Madrid desestimó la demanda al considerar que los bienes «no estaban adecuadamente identificados» y, por tanto, no existían pruebas de que las esculturas en poder de los descendientes del dictador fuesen los mismos que se reclamaban.

El Supremo advierte ahora que se produjo un error patente en la valoración de la prueba porque la identificación de las estatuas reivindicadas como las que están en poder de los demandados es clara y se desprende, sin lugar a duda, de los documentos aportados y del informe pericial emitido sin posibilidad de duda. «Es un error patente y manifiesto» que puede apreciarse «a simple vista», insisten los magistrados de la Sala de lo Civil.

La resolución subraya que la identificación de las estatuas «es clara» y no deja lugar a dudas tras los documentos aportados. Las figuras de Abraham e Isaac se exhibieron en el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago hasta el siglo XVI, aunque entonces tenía de un aspecto distinto al actual. La estructura fue desmontada en 1521 para atender unas obras de reforma, y pasaron por distintas manos, hasta acabar en el Ayuntamiento de la ciudad.

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