Una testigo asegura que Mouliaá llegó a decirle que lo que pasó con Errejón «no era un delito»
Soraya ha asegurado en su declaración que la protagonista realizó esas afirmaciones en un audio de Whatsapp

Elisa Mouliaá (c) junto a su abogado (i). | Europa Press
Soraya, una de las organizadoras de la fiesta en la que el exdiputado Íñigo Errejón habría supuestamente agredido sexualmente a Elisa Mouliaá, ha asegurado este viernes ante el juez que la actriz “llegó a decirle que lo que había pasado” con el exdirigente “no era un delito” en el momento de los hechos.
Fuentes jurídicas han explicado a Europa Press que, en su declaración como testigo –por videoconferencia desde Australia–, Soraya ha señalado que Mouliaá realizó esa afirmación en un audio que ha sido solicitado por el instructor, Adolfo Carretero. La actriz le habría indicado que finalmente le denunció porque, tras informarse y ver casos similares, consideró que los hechos podrían ser penados en virtud de la ley del ‘solo sí es sí’ y que “se veía en el deber moral” de hacerlo y “por motivos altruistas”.
Ante el magistrado, la testigo, que era la dueña de la casa de la fiesta en ese momento, ha apuntado también que la actriz es una persona que en ocasiones “fabula y adorna cosas». Si bien ha dicho que no tiene “ninguna enemistad” con ella, ha explicado que dejaron de hablarse porque no le gustaba esa actitud supuestamente fabuladora.
“No estaba bastante afectada por la bebida”
La testigo ha asegurado que Mouliaá “no estaba bastante afectada» por la bebida, sino “como todos cuando se bebe unas copas”, en línea con lo declarado por otro de los testigos propuestos por la actriz, Fernando, que el pasado marzo aseguró que no notó ninguna actitud extraña en la fiesta y que no apreció que ella estuviese borracha y que tampoco se acercó a él para decirle que estuviera incómoda.
De lo que pasó dentro de la habitación, Soraya ha indicado que Mouliaá le dijo que Errejón le había entrado “a saco, muy rápido», que había sido “un poco baboso” y que no le apetecía seguir conociéndole más, pues se sentía decepcionada por su actitud. Mouliaá también le expresó, según ha dicho, que ella no quería hacer nada en esa casa porque quería ir “más despacio” y que Errejón –al que la testigo ha dicho que no le vio bebido– la besó y la manoseó.
Y que al irse Mouliaá “voluntariamente” de la casa la vio normal, precisando a la par que los pomos de las habitaciones no tienen seguro, ya que la denunciante acusa al exdiputado de meterla por la fuerza en la habitación y cerrar el pestillo.
Los dueños del piso dice que Mouliáa les presionó
Este mismo viernes el juez también ha tomado declaración al otro organizador de la fiesta, Borja, que también reside en Australia. Ambos habrían roto relaciones con Mouliaá cuando ésta se divorció de su marido, del que eran amigos. Borja ha relatado que contactó por correo electrónico con Errejón tras enterarse de la denuncia porque le parecía injusto de lo que se le acusaba y ha añadido que han mantenido más conversaciones.
Luego él y Errejón se intercambiaron varios mensajes en los que este propietario del piso le pidió información sobre el proceso judicial porque ellos viven en Australia y no veían lo que pasaba, y llegó a preguntarle a Errejón “cuál es el plan con el juicio”, en referencia a la “información de lo que ocurría a nivel práctico”, han detallado fuentes presentes en la declaración.
Un tercer testigo presente en la fiesta, Hugo, ha señalado que no notó “bebida especialmente» a la actriz, que no recuerda la imagen de ella con una copa bebiendo, que los vio con “normalidad” cuando se fueron y que Mouliaá le mandó algún mensaje que ha ignorado. Sobre lo que ocurrió en la fiesta, los interrogados han coincidido en que Elisa Mouliaá llegó con Errejón “contenta”, contó que ambos se habían besado y no vieron nada raro hasta que se fueron juntos, aunque han admitido que Elisa les comentó luego que Errejón le había puesto tres reglas de comportamiento y que eso le había resultado «decepcionante».
Igualmente, estaban citados como testigos los dos taxistas que llevaron a Errejón y Mouliaá la noche de los hechos –septiembre 2021–, que no han acudido después de hacer llegar al juzgado escritos en los que decían, uno, no acordarse de nada y, el otro, no estar capacitado para declarar.
“¿Cuál es el plan?”
En la misma línea, el letrado de la acusación popular que ejerce la Asociación Defensa Integral de Víctimas Especializada (Adive), Jorge Piedrafita, ha subrayado que este viernes han conocido sorpresivamente que el testigo anteriormente mencionado, Borja, ha tenido contacto con el denunciado y además ha demostrado su animadversión hacia Mouliaá.
Ha considerado “muy grave” que algún testigo “incluso haya hablado de cuál era el plan de las declaraciones», motivo por el que ha anunciado que volverá a pedir que se le intervenga el teléfono a Errejón, porque podría haber incurrido en un delito contra la administración de Justicia “por intentar coaccionar testigos a su favor”.