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Un informe acredita que Ávoris-Globalia incumplió su contrato con Correos Cargo 

THE OBJECTIVE accede a la carta enviada por el director general de Iberojet, Antonio Mota, a la compañía pública

Un informe acredita que Ávoris-Globalia incumplió su contrato con Correos Cargo 

Sede de correos. | Archivo

Las tensiones entre la empresa pública Correos y Telégrafos y la aerolínea Evelop (Iberojet), propiedad de Ávoris Corporación Empresarial, por el incumplimiento del contrato para la puesta en marcha de Correos Cargo, la ruinosa aerolínea de transporte de mercancías y paquetería, se extendieron durante un año hasta que Correos desistió del proyecto a principios del 2023. Como desveló este periódico, fue la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) la que impuso que se concediera a dedo el proyecto a una compañía participada por Globalia (Ávoris) para «darle carga de trabajo», meses después del rescate de Air Europa. Pero el «acuerdo comercial» que surgió ante el incremento de la demanda mundial del transporte de mercancías fue un rotundo fracaso por los retrasos concatenados de la aerolínea, que acabaron haciendo descarrilar el proyecto piloto.

El informe al que ha tenido acceso este periódico es clave en la medida en que Iberojet reconoce sus incumplimientos del contrato, aunque también señala que estas demoras reiteradas fueron por causas ajenas a su voluntad. Una carta que el director general de Iberojet, Antonio Mota, remitió el 3 de febrero de 2023 a Correos para llegar a un acuerdo amistoso de rescisión del proyecto piloto. En la misiva que obra en poder de THE OBJECTIVE, el responsable de la aerolínea con la que Correos suscribió su «acuerdo comercial» admite que se incumplió el contrato con Correos, si bien por causas ajenas a su voluntad. El proyecto piloto para el traslado de mercancía y paquetería consistía en una joint venture que aunaba los recursos comerciales de Correos y la capacidad aérea de Evelop, pero el contexto de desescalada de la pandemia del covid-19 hizo que se diera de bruces con las capacidades operativas reales y constantes retrasos en las licencias de navegación aérea.

«Tenemos que recordar que, a finales del 2021, todavía se estaba saliendo de la pandemia del Covid-19», reza el informe que relata el impacto que ello tuvo en el sector del transporte de mercancía por vía aérea, principalmente derivada de la desaparición en el mercado de la oferta de la «carga en bodega de los aviones de pasajeros», que representa «aproximadamente la mitad de la carga que se transporta por vía aérea». Esto provocó, según admite el director general de Iberojet, que «la disponibilidad de aviones cargueros puros desapareciera», habida cuenta de que su demanda se había «duplicado». La consecuencia directa es que esto hizo «inviable comenzar la ejecución del proyecto piloto con cargueros dedicados al proyecto».

«Actuamos con la mayor celeridad»

Para paliar el problema, se tomó la decisión de poner al servicio del proyecto dos aeronaves de pasajeros de Iberojet que estaban «paradas» y convertirlas en cargueros de mercancía. Se trataba de los aviones Airbus A330-300 CS-TRH (MSN 0833) y el avión Airbus A330-343 EC-LXA (MSN 0670). Esto requirió la contratación de un proyecto de transformación de estos vehículos a través de la empresa británica AVENSIS, que «nos debía posibilitar tener los aviones convertidos a cargueros en seis meses», eliminando las butacas y haciendo el espacio interior lo más diáfano posible para albergar la mayor cantidad de mercancía.

El primer horizonte temporal fijado por Avensis para habilitar los aviones de pasajeros en cargueros fue junio de 2022. Hasta entonces, la solución de Iberojet para empezar a operar con las aeronaves disponibles fue solicitar una licencia temporal de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Una «exención temporal» para transportar carga sobre los asientos en cabina del pasaje (LOPA-0) que permitía cubrir temporalmente las necesidades de transportes de mercancía en un contexto de exceso de demanda y escasez de oferta. «De forma responsable, nos aseguramos, previamente a la firma del acuerdo piloto, de que teníamos una solución viable en plazo y precio, de carácter permanente» dice Mota, quien defiende que «actuamos con la mayor celeridad y diligencia posible» para «no perder los slots de conversión y garantizar los plazos».

La aerolínea participada mayoritariamente por Globalia argumenta en el escrito que una muestra de la confianza y buena fe en el proyecto es que se empezó a trabajar con Avensis antes incluso de la firma del proyecto piloto, el 26 de noviembre de 2021, con el compromiso de Avensis de que, si se contrataba el trabajo de conversión antes del 31 de diciembre, el primer avión estaría terminado antes del verano de ese año. Sin embargo, pese a que ese mismo 26 de noviembre «se confirmó al proveedor Avensis nuestro interés» solicitando el inicio del proyecto y el envío de la propuesta técnico-comercial para realizar el contrato, los aviones no estuvieron modificados en el plazo pactado.

AESA estaba «desbordada»

Iberojet también culpa a Correos de haber demorado la firma del convenio «por temas de autorizaciones internas de Correos» mientras la aerolínea ya estaba trabajando en la conversión de sus aeronaves. Explica que la aerolínea procedió a firmar el contrato para pintar los aviones del color amarillo corporativo de la empresa postal el mismo 2 de diciembre de 2021 en que recibió el acuerdo piloto firmado por Correos. Y ése mismo día comenzaron a pintar las aeronaves. Cuando terminaron, en enero de 2022, se solicitó la exención temporal para transportar carga sobre los asientos de pasajeros, que estuvo terminada el 17 de enero. La autorización tenía validez hasta julio del año 2022, con la intención de que los vuelos pudieran operar en el primer semestre de ese año. AESA ya había autorizado el plan de seguridad de la operación carguera y se habían iniciado los entrenamientos de la tripulación de cabina. Sin embargo, surgió un nuevo inconveniente.

El inspector de aeronavegabilidad de AESA, Enrique Cubillo, «no quiso procesar la aprobación porque no se cumplían los requisitos exigibles, lo cual nos dejaba en una situación de agravio comparativo, porque se nos negaba el mismo permiso que se había dado a otros operadores españoles». La compañía inició un proceso de recurso con «numerosas llamadas, reuniones y escritos al propio inspector, a las autoridades aeronáuticas y a la Directora de Seguridad de Aeronaves», en el que intervino hasta Juanma Serrano. «El propio presidente de Correos realizó gestiones al respecto». Los escollos para el primero de los aviones se superaron -aparentemente- el 5 de febrero. Fue en ese día cuando llegó la autorización de AESA para transportar mercancía en los asientos del pasaje, la cual se envió a Hong Kong para obtener los permisos de vuelo. Sin embargo, no se obtuvieron hasta más de dos meses después, el 20 de abril de 2022, momento en el que se programó el primer vuelo de la ruta Madrid-Hong Kong para el 2 de mayo.

Iberojet también esgrime el argumento del desembolso económico como muestra de su voluntad de cumplir el acuerdo comercial con Correos. Desde el 4 de enero de ese 2022, la compañía aportó 4.289.993 euros, «mostrando de esta forma la total implicación y buena fe de Iberojet en el proyecto». Según los plazos establecidos, el segundo Airbus que sería modificado permanentemente como carguero se entregaría en agosto de 2022, una vez expirase la licencia temporal (LOPA) de AESA para transportar mercancía sobre los asientos de pasajeros del primer aeroplano, el 31 de julio. En mayo de 2022 «ya se empezó a evidenciar que Avensis no iba a disponer de la autorización técnica del diseño de modificación» que se conoce como Technical Visa.

Iberojet quiso «un acuerdo amistoso»

Según el director Antonio Mota, «en Iberojet hemos tomado en cada momento las mejores decisiones en función de la información que teníamos disponible y los plazos indicados por Avensis», empresa de ingeniería en la que descarga parte de la responsabilidad y con la que dice haber mantenido reuniones de coordinación semanales para supervisar los trabajos de coordinación. «Hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para se completara la modificación cuanto antes». Sin embargo, los trabajos de conversión de los Airbus no terminaron hasta diciembre del 2022, seis meses después de lo pactado, y los vuelos de prueba no se iniciaron hasta el 15 de enero del 2023. Una demora por la que la aerolínea realizó múltiples requerimientos a Avensis, y de la que la empresa de ingeniería culpa a la Agencia Europea de Seguridad Aérea, que «está desbordada y que tarda meses en tramitar las solicitudes recibidas, motivo por el cual se ha retrasado la conversión a carguero».

En definitiva, según Iberojet, se hizo «todo lo posible por acelerar» los trabajos pero «no estaba en su mano el acelerar la concesión de la licencia por parte de AESA». Deja claro que se trata de una «circunstancia totalmente ajena al control de Iberojet» y que «no es responsable en ningún caso» de lo sucedido, según lo indicado en las cláusulas del acuerdo piloto de colaboración. El escrito al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE pretendía lograr un acuerdo amistoso, tal y como recogen las últimas frases del documento. «Iberojet valora altamente la relación comercial con Correos, por lo que espera solucionar de buena fe el desacuerdo existente para los intereses de ambas partes».

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