El 'cupo vasco' de Cerdán: Servinabar cobró 213.800 euros de concesionarias del PNV
La entidad navarra cobró de un par de empresas vascas que eran adjudicatarias preferentes del Gobierno ‘jeltzale’

El ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán a su llegada a declarar en el Tribunal Supremo. | Europa Press
El comisionista Víctor de Aldama acuñó el término «cupo vasco» para referirse a las adjudicaciones de obra pública que cobraba Santos Cerdán, el ya ex secretario de Organización del PSOE, por parte de los gobiernos de Navarra y País Vasco a cambio de mordidas. Esto es, de comisiones ilegales. Por lo pronto, se ha publicado mucho sobre las supuestas mordidas que habría cobrado por parte del Ejecutivo navarro, pero no del vasco. Hasta este momento.
El profuso informe que la Hacienda navarra ha entregado al Tribunal Supremo sobre las cuentas de Servinabar -de 635 páginas- arroja, por lo pronto, un par de adjudicaciones llamativas. La primera, dividida en dos pagos, consiste en 180.000 euros provenientes de Cycasa Canteras y Construcciones SA, presidida por José Manuel Rodríguez Imaldi, un reconocido empresario nacionalista. Esta empresa ha recibido en los últimos años cuantiosas adjudicaciones millonarias de obras públicas, tanto del Gobierno Vasco, como del Ayuntamiento de Bilbao, de Adif y Carreteras.
Pero no es la única adjudicataria preferente del PNV conectada con Servinabar a través de pagos. La empresa propiedad de Joseba Antxon Alonso, empresario socio de Santos Cerdán, recibió 33.800 euros de Bidelan, empresa vasca de gestión de autopistas, tras llevarse adjudicaciones del Gobierno Vasco a través de Bidegi, la Agencia Guipuzcoana de Infraestructuras y liderada por Arantxa Tapia (PNV), consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras.
Curiosamente, el presidente de Bidelan, Fernando García Pardo, es también el dirigente de Transbisa, otra adjudicataria de autopistas del Gobierno Vasco. En la gerencia y presidencia de Transbisa se encuentra Fernando Muñoz (2002-2009), exdirector técnico de Interbiak, entidad pública del PNV. Debido a las denuncias sindicales en torno a las concesionarias Transbisa SA y Gesbisa SA, EH Bildu solicitó a finales de febrero de 2020 la comparecencia del diputado jeltzale Imanol Pradales.
Bidelan también resultó adjudicataria de un contrato millonario de explotación, mantenimiento y conservación de las autopistas AP-8 y AP-1 en Guipúzcoa. Fuentes de la investigación sostienen que Santos Cerdán y Antxon Alonso «se dedicaban a gestionar las adjudicaciones y luego cobraban la consecuente mordida con Servinabar». También señalan que las palabras de Aldama sobre el «cupo vasco» de Cerdán apuntan a empresas vascas y no sólo navarras que formarían parte de una estructura empresarial amplia en la que cada socio operaba por regiones.
Cerdán y el PNV
No se trata del único vínculo del ex secretario de organización del PSOE con el PNV conocido hasta la fecha, aunque sí el primero en el que el Gobierno vasco está de por medio. Este pasado mes de julio, El Español publicó cómo Santos Cerdán y Antxon Alonso hacían negocios con una empresa controlada por José María Zalbidegoitia, un histórico tesorero del partido nacionalista vasco. Según el citado diario, los registros de la cuenta bancaria de Noran Cooperativa, cuyo titular era Koldo García, revelan que la sociedad Talde transfirió 12.100 euros entre 2017 y 2018 a la compañía que fue el germen de la trama de corrupción del PSOE.
Para más inri, Servinabar, la empresa de la que Santos Cerdán poseía un 45% según una escritura privada, patrocinó un acto organizado por Diario de Noticias, cabecera perteneciente al Grupo Noticias, conglomerado mediático presidido por Jon Iñaki Alzaga, cuya línea es cercana al PNV. Este empresario vasco, Alzaga, ha ocupado puestos de relevancia en empresas estratégicas del norte peninsular, especialmente en los sectores de la energía y las telecomunicaciones.
Mordidas navarras
El grueso de las presuntas mordidas percibidas por la trama a cambio de manipular adjudicaciones de obra pública tuvieron lugar en Navarra, tal y como ha ido desgranando la UCO en sus informes de la investigación. Pero no sólo están bajo el foco las grandes adjudicaciones como el túnel de Belate, la obra de mayor calibre económico de las últimas décadas en Navarra y que fue concedida a Servinabar por el Gobierno de Chivite. También ha llamado la atención de los investigadores ciertos contratos adjudicados durante el anterior Gobierno foral, el de Uxue Barkos.
La UCO remonta el inicio de las presuntas mordidas navarras que percibieron Koldo García y Santos Cerdán al año 2015. En aquel momento ya trabajaban, según la Guardia Civil, para facilitar contratos públicos para el delegado en Navarra y La Rioja de la constructora Acciona. En aquellos años, el Gobierno navarro estaba en manos de Geroa Bai -Uxue Barkos- y de sus socios de coalición Bildu y Podemos.
Entre los proyectos de obra pública de esos años que terminaron en manos de Acciona, y con Servinabar involucrada en mayor o menor medida, se encuentra la mina Muga. En 2016, por ejemplo, la constructora se hizo -a través de una filial- con un contrato de mantenimiento de todas las depuradoras de Navarra -unas 25 estaciones grandes y otras 130 menores- por valor de 2,5 millones de euros.