Cerdán intentó desactivar a Anticorrupción al saber que la UCO investigaba sus mordidas
El intento de reunión con el fiscal Stampa se produjo en la semana que Cerdán se enteró del informe de la UCO

Santos Cerdán en el Congreso. | EFE
Ferraz entró en pánico en la segunda semana del pasado mes de mayo. Los rumores sobre la posible implicación de Santos Cerdán en la investigación que la UCO estaba realizando sobre el caso Ábalos se convirtieron en una realidad en esos días, cuando la cúpula del PSOE supo a ciencia cierta de la existencia de un informe que incluía conversaciones sobre obra pública de su número 3 con la trama.
El comité de crisis culminó el viernes 9 con la presentación en el Congreso de las seis preguntas parlamentarias de Cerdán sobre diversas adjudicaciones, movimiento que se produjo tras una reunión de urgencia con Pedro Sánchez en el Congreso. Ahora se sabe que sólo 24 horas antes de ese encuentro con Sánchez, Cerdán y Leire Díez planificaron un encuentro con el fiscal Ignacio Stampa con el objetivo llegar a un acuerdo a cambio de información para desactivar a la Fiscalía Anticorrupción. La misma que luego propondría su ingreso en prisión. A aquella cita tan sólo acudió finalmente Díez.
Cerdán era Elefante Blanco del caso Leire Díez. Al menos, así se lo trasmitió la asesora del PSOE al fiscal Stampa cuando se reunió con él el pasado 7 de mayo. De hecho, siempre según la versión que Díez le habría trasladado al fiscal, el propio Cerdán en persona era quien quería reunirse con él, aunque finalmente los interlocutores fueron la conocida como fontanera del PSOE y su colaborador, el empresario Javier Dolset. El objetivo de ambos era obtener información confidencial y comprometedora del jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón.
Stampa puso el pasado mes de junio en conocimiento de la fiscal provincial de Madrid, Almudena Lastra, este episodio —que la Fiscalía madrileña interpreta como un intento de soborno— el pasado 7 mayo. A raíz de ello, se abrió una investigación que ha derivado en la solicitud de imputación de Díez y del empresario Javier Pérez Dolset, también presente en aquella cita.
Una de las claves de esta revelación está en la fecha. Según ha podido acreditar THE OBJECTIVE de fuentes del PSOE, Cerdán conoció antes de publicarse en la prensa la existencia de un informe de la UCO que estaba a punto de conocerse y que le vinculaba al cobro de comisiones en adjudicaciones a Acciona. Y lo hizo precisamente en esa misma semana, la del miércoles 7 de mayo. De hecho, el intento de conectar con el fiscal Stampa no fue el único movimiento del exsecretario de Organización del PSOE aquella semana para crear un cortafuegos.
«Cupo vasco»
Hasta ese momento del pasado mayo, el nombre de Cerdán tan sólo había salido de boca del comisionista Víctor de Aldama, que le vinculaba al llamado «cupo vasco» en lo referente a la manipulación de adjudicación pública. Según Aldama, le había entregado un sobre con 15.000 euros a Cerdán por un malentendido en un concurso que había afectado a una de las empresas presuntamente apadrinadas por el entonces secretario de Organización del PSOE. Cerdán y el partido lo negaron profusamente y la acusación se quedó en el aire como la de otros miembros del Gobierno.
Sin embargo, en aquella semana algo cambio. Según pudo acreditar THE OBJECTIVE, a la cúpula del PSOE le llegó información fehaciente de que, efectivamente, la UCO ultimaba un informe con indicios sólidos sobre Cerdán. Con acusaciones consistentes sobre el presunto cobro de mordidas a cambio de obras para constructoras. Concretamente a Acciona.
Coartada exprés
Además del encuentro con Stampa, en la agenda de la fontanería socialista también se comenzó a trabajar en otra de las coartadas, la primera con la que hacer frente al escándalo que se avecinaba. Fueron las preguntas parlamentarias que Cerdán registró el 9 de mayo en las que se interesaba por la ejecución de diversas obras públicas. Era la primera vez que lo hacía desde que llegó al Congreso en 2019. Entre aquellas preguntas había una concreta sobre el túnel de Belate, adjudicada a las constructoras Acciona y Servinabar, la misma de la Cerdán había tomado un 45% del accionariado según una escritura de compraventa que ya estaba entonces en manos de la UCO y saldría reflejada en el informe del pasado mes de junio.
Con aquella batería de preguntas, Cerdán aún tuvo que esperar diez días más para que el asunto de su informe y las presuntas mordidas apareciese en prensa. Lo hizo en El Confidencial, que adelantó que la UCO investigaba presuntas mordidas de Acciona a Cerdán, añadiendo que el dirigente socialista hablaba de obra pública con integrantes de la trama como Koldo García.
Aquellas preguntas parlamentarias del día 9, sólo dos días después de haberse intentado reunir con un fiscal para desactivar a Anticorrupción, dieron pie a la primera de las reacciones de Cerdán. Salió ante los medios para explicar que «como diputado de Navarra he hecho muchas veces preguntas sobre obras en Navarra».