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Tribunales

La última maniobra de Begoña Gómez «arruina» su defensa y «le incrimina aún más»

Los juristas sostienen que se trata de una petición «prospectiva» que no sirve para aclarar si cometió malversación

La última maniobra de Begoña Gómez «arruina» su defensa y «le incrimina aún más»

Begoña Gómez y su asistente en Moncloa, Cristina Álvarez. | Ilustración de Alejandra Svriz

La última maniobra de Begoña Gómez puede tener un efecto bumerán. El abogado de la esposa del presidente del Gobierno, el exministro socialista Antonio Camacho, ha solicitado al juez Juan Carlos Peinado que reclame a Moncloa información sobre todos los asistentes de sus predecesoras. Una petición que, según los juristas consultados por THE OBJECTIVE, puede resultar contraproducente: «arruina» su defensa y «le incrimina aún más». En su opinión, la diligencia es «impertinente», supone una investigación «prospectiva» y se extralimita del objeto del procedimiento, que es dilucidar si cometió un delito de malversación al usar a su asesora en beneficio privado. Los expertos destacan otros «errores» del letrado durante la instrucción.

Peinado abrió el pasado marzo una pieza separada para indagar si la asistente de Begoña Gómez en Moncloa, Cristina Álvarez, se dedicó a tareas privadas a favor de la esposa de Pedro Sánchez. El magistrado subraya que existen «indicios racionales, fundados y sólidos de la comisión de hechos delictivos» por malversación. Por eso ha decidido que, en caso de abrir juicio contra ellas, sea un jurado popular quien las juzgue. Tanto la mujer del presidente del Gobierno como su asesora han solicitado a la Audiencia Provincial de Madrid que corrija la decisión. La Fiscalía se muestra partidaria de archivar tanto esta pieza como la causa principal.

Camacho sorprendió este lunes al pedir a Peinado que reclame a la Secretaría General de Presidencia del Gobierno información sobre «todos los antecedentes que le consten con relación al nombramiento de asistentes al cónyuge del presidente del Gobierno con la delimitación de los puestos ocupados y las funciones que llevaban a cabo». El papel de las mujeres del líder del Ejecutivo se encuentra en un limbo, ya que no existe un estatuto específico que regule su figura. Lo que es un hecho es que las esposas de los seis antecesores a Sánchez han dispuesto de personal para ayudarle con su agenda.

Las predecesoras de Begoña Gómez

Los juristas consultados por este diario consideran que ninguna ha llegado tan lejos como Begoña Gómez, ya que los asistentes están para organizar la agenda de la esposa del presidente del Gobierno. Por eso consideran que la petición de su abogado es «impertinente» y que Peinado no va a aceptarla. En opinión de estos, la solicitud es «irrelevante» porque se está «extralimitando del objeto del procedimiento».

El juez abrió el pasado marzo una pieza separada por malversación, cuando ya investigaba a Begoña Gómez por otros cuatro delitos. Las declaraciones ante el juez y los correos electrónicos intervenidos cercan a la esposa del presidente del Gobierno y a su asistente. Álvarez manifestó siendo aún testigo que envió emails relacionados con la cátedra de su jefa por amistad, mientras que la mujer de Sánchez reconoció el pasado 10 de septiembre que le hizo favores puntuales.

«Si Begoña Gómez o su abogado conocen hechos delictivos, tienen que denunciarlo ante un juzgado. En España no se investigan personas, sino delitos», explica un prestigioso abogado tras el último recurso de Camacho. Otra veterana letrada señala que su colega parece estar reclamando un tribunal de honor para las esposas de los presidentes que antecedieron a Sánchez, cuando el artículo 26 de la Constitución prohíbe semejante escenario. En su opinión, el procedimiento tiene unos hechos que son los que se deben valorar.

Esos hechos, según denuncia la acusación, es que Begoña Gómez se valió de recursos públicos (su asistente en Moncloa) para gestionar asuntos de la cátedra que codirigía en la Universidad Complutense. Como demuestran los correos electrónicos en poder de este diario, Álvarez habría solicitado a uno de sus patrocinadores, Reale Seguros, que siguiera colaborando económicamente con la cátedra. Pero también existen emails donde se observa cómo tramitó adendas y suscribió acuerdos, por ejemplo el de Mindway, que incluía el 10% de los beneficios.

«Incongruente» con su argumento

«La diligencia que solicita Camacho es impertinente y prospectiva. No enuncia hechos concretos. Otra cosa es que cite a declarar al asistente de una predecesora o a quien le contrató porque incurrió en la misma actuación que Begoña Gómez», indican fuentes jurídicas. E insisten: «Si conocen irregularidades o hechos de reproche penal, deben ir al juzgado, porque esto no es un tribunal de honor. Está contaminando y perjudicando a otras personas que nada tienen que ver con el procedimiento en cuestión».

Otra abogada con una dilatada carrera sostiene que lo que plantea el abogado de Begoña Gómez es «una barbaridad». Además, considera que se trata de una diligencia «incongruente», ya que «ha tirado por tierra su propio argumento» al reclamar la información basándose en el artículo 27 de la Ley del Jurado. El mismo que recurrió ante la Audiencia de Madrid para que su clienta no fuese juzgada por un jurado popular en caso de sentarse en el banquillo por malversación. «Les ha dado la resolución hecha. Ha arruinado su defensa».

Estas fuentes jurídicas subrayan que no se trata del primer «error» de Camacho durante la instrucción. Destacan que en el año y medio que se lleva desarrollando la investigación contra Begoña Gómez su abogado ha tenido otros desaciertos. Entre ellos, cuando reconoció en un recurso en verano del año pasado que el lugar de trabajo de su clienta era Moncloa después de que el empresario Juan Carlos Barrabés y el rector de la Complutense, Joaquín Goyache, afirmaran en sede judicial haber mantenido reuniones en ella en la residencia presidencial

Las mismas fuentes relatan que Camacho también aportó una serie de emails que delataban el papel de Álvarez. Otros de los fallos que le achacan es que inicialmente aconsejó a Begoña Gómez que no declarara (no lo hizo en las dos primeras citas ante Peinado), y más tarde cambió de estrategia y permitió que solo contestara a sus preguntas. «Es un error de estrategia porque si no hay nada que esconder ni se ha cometido ningún delito, no hay nada que ocultar. Se puede hablar sin tapujos. Le habría bastado con preparar la declaración», sostienen los abogados consultados.

En la última de sus declaraciones ante Peinado, el pasado 10 de septiembre, Begoña Gómez reconoció que su asistente le hacía favores puntuales. Algunos letrados llegaron a cuestionar la estrategia de Camacho al considerar que su clienta se estaba autoinculpando. Sin embargo, estos expertos consideran que el cambio fue finalmente un acierto, ya que el ex vicerrector de Relaciones Institucionales de la Complutense Juan Carlos Doadrio aportó los correos electrónicos que intercambió con Álvarez, que fue contratada como asesora de Begoña Gómez el 16 de julio de 2018, mes y medio después de que Sánchez llegara a Moncloa.

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