The Objective
EXCLUSIVA

Rosa, la limpiadora que llegó a ver la 'caja b' de Ábalos: «Me tienen pinchado el teléfono»

Abandonó la residencia oficial en marzo de 2020, días después de la grabación del vídeo en el despacho del ministro

Es la única presencia física que se observa en las imágenes de la caja b que José Luis Ábalos almacenaba en el despacho de su residencia oficial. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, la mano de piel morena que sostiene la «caja de folios» sobre el tapete de cuero morado del escritorio del ministro de Transportes pertenece a Rosa M. Y., la mujer a la que Koldo García efectuó pagos de 3.337,25 euros, según figura en el último informe de la UCO. Como desveló este periódico, la trabajadora, de origen boliviano, que desempeñó funciones en el servicio doméstico del ministro de Transportes entre 2018 y 2020, recibió pagos en metálico por su labor de «topo». La exmujer de Ábalos, Carolina Perles, relató a este periódico que prohibió a Koldo entrar en su domicilio después de que este le dijera a las empleadas del hogar: «Todo lo que pase en esta casa lo tengo que saber yo».

Como se ilustra en el informe de la UCO –y ella misma relató en el documental de Telecinco El precio de la corrupción–, Koldo y Perles mantenían un enfrentamiento permanente, derivado de la resistencia de la entonces pareja de Ábalos a que el asesor de su marido controlara su vida y le abocara a un «camino a la perdición». Una animadversión personal que se percibe en los apelativos que utiliza Koldo para referirse a la esposa de su jefe, como «zorra» y «puta». En este contexto, la mano derecha de Ábalos utilizaba a determinadas personas como informantes de las sospechas que tenía Perles sobre la «vida disoluta» del ministro y sus relaciones con prostitutas, de las que ella misma alertó al sector feminista del partido en noviembre de 2020.

Unos meses antes, en marzo de ese año, se produjo la grabación del vídeo desvelado por THE OBJECTIVE, en el que se muestra el almacén de fajos de billetes, fundamentalmente de 50 y 100 euros, que guardaba el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE en un armario situado en el despacho de su vivienda oficial. En la estancia había otros armarios, pero este era el único que permanecía siempre cerrado con llave. En el documento audiovisual se observa cómo se abre esa puerta y cómo se extraen del armario cajas, sobres y carpetas llenas de dinero. También bolsas de plástico llenas de billetes de 100 euros a los que Ábalos y Koldo llamaban «lechugas». Los diferentes formatos de almacenamiento fueron colocados sobre el tapete de la mesa del ministro, encima y al lado de una carpeta roja con el logo del PSOE, donde se filmó «esa fuente de ingresos no declarada» con la que el ministro abonaba sus ‘gastos personales’.

Rosa renunció a su puesto de trabajo

Rosa renunció a su puesto de trabajo poco después de la grabación de ese vídeo, antes del inicio del confinamiento domiciliario iniciado en España el 15 de marzo de 2020. La mujer retornó a Bolivia junto a su familia durante la pandemia, pero, a su vuelta, no quiso volver a trabajar en la residencia oficial del ministro de Transportes. Sin embargo, la exempleada del hogar se mantuvo desde entonces vinculada a Koldo García, quien realizó diversos pagos en metálico como compensación. Lo hizo a través de una empresa subcontratada por el Ministerio, concretamente a través de la mujer del asesor, Patricia Úriz, que fue contratada como secretaria en Transportes.

THE OBJECTIVE ha contactado en varias ocasiones con Rosa. La primera vez fue el 12 de octubre de 2022 en una conversación telefónica. En ella, este periódico la informó de que tenía constancia de su conocimiento de la existencia de un vídeo en el que ella misma aparecía, momento en que la protagonista, sin negar los hechos, balbuceó: «Yo eso no lo puedo decir, eso no lo puedo decir». Rosa confesó tener miedo de José Luis Ábalos y Koldo García y desveló en esta conversación que fue ese temor lo que le hizo abandonar la residencia del todopoderoso hombre fuerte de Pedro Sánchez: «Cuando estaba en esa casa yo he tenido [miedo] y por eso mismo me retiré. Carolina lo sabe que llegó un momento en que las dos teníamos miedo». 

«Si a mí me pasa algo… con esta gente uno no se mete»

Preguntada por si le amenazaron de alguna manera, la extrabajadora mostró inquietud y perturbación: «Es que no te lo puedo decir por teléfono. Sinceramente, yo tengo mucho miedo y ahora más». Visiblemente nerviosa, desveló: «Mi teléfono yo sé que lo llevaban pinchado… mucho tiempo. Yo lo sé…». «[Ábalos] intentó llevarme a mí para declarar contra su mujer y le he dicho que no, que no voy a ir», «he dicho que si a mí me pasa algo… pues, ya saben lo que me van a… Nadie, no tengo enemigos, ya está». «Con esta gente uno no se mete», añadió.

Unas revelaciones que concuerdan con el relato de Carolina Perles sobre las amenazas veladas de Koldo García y su hermano Joseba, insinuándole que «un accidente lo tiene cualquiera». Fruto de ese contacto inicial se agendó un encuentro en Valencia 15 días después al que asistió Rosa acompañada de un «amigo» que amenazó a dos periodistas de THE OBJECTIVE y les advirtió de que no se le volviera a molestar más.

El pasado 17 de septiembre, la exempleada ofreció unas declaraciones a Artículo 14 para salir al rescate de Ábalos tras la entrevista de Perles en Telecinco: «Ábalos era un caballero y una persona humilde». También tuvo buenas palabras para Koldo García porque le trató bien cuando se puso enferma. En cambio, cargó contra las mentiras de Perles y la acusó de «hurgar en el ordenador» de su marido. Una versión antagónica a la que ella misma mantuvo en conversación con THE OBJECTIVE en 2022.

Tras su aparición en el informe de la UCO, este periódico destapó su condición de «topo», motivo por el cual cobraba sobresueldos en negro gestionados por Koldo García y Patricia Úriz. A los dos días, la exempleada fue entrevistada por El programa de Ana Rosa en Telecinco, donde volvió a salir en defensa del exministro, a quien calificó como «un hombre honrado, que trabaja de sol a sol». Como consecuencia de ello, este periódico ha vuelto a hablar con la protagonista nuevamente. Rosa admite haber tenido conocimiento de la grabación de este vídeo en el despacho de Ábalos, cuya mano quedó retratada sujetando la «caja de folios», pero no quiere dar más detalles: «Me tienen pinchado el teléfono». En ese mismo momento de la conversación, apareció el mismo hombre que tres años antes reventó su encuentro con los periodistas en octubre de 2022, e igual que entonces, comenzó a vociferar interrumpiendo la conversación.

Publicidad