La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para Nacho Vidal por la muerte de un fotógrafo
La acusación particular le pide siete por un delito contra la salud pública

El actor porno Nacho Vidal.
La Fiscalía de Valencia ha pedido una condena de cuatro años de prisión para el actor porno Nacho Vidal por la muerte del fotógrafo José Luis Abad, ocurrida durante la realización del conocido como «rito del sapo bufo».
Así consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, donde se imputa al intérprete un delito de homicidio imprudente, el mismo que a su prima, para quien se reclama la misma pena. Además, la fiscal solicita que ambos indemnicen de forma conjunta y solidaria a los hermanos de la víctima con 20.000 euros para cada uno, más los intereses correspondientes.
Según el documento judicial, adelantado por Las Provincias, el actor era consumidor habitual de la sustancia conocida como «veneno de sapo bufo», a la que consideraba una especie de «medicina». Vidal promocionaba públicamente sus efectos y beneficios, aunque carecía de cualquier formación médica.
El 28 de julio de 2019, en una vivienda de Enguera (Valencia) propiedad del acusado, este dirigió un ritual utilizando una pipa preparada con dicha sustancia. En esa ocasión, colocó el dispositivo en la boca del fotógrafo, de 49 años, lo encendió y comenzó a indicarle cómo debía realizar la inhalación, mientras su prima, que actuaba como organizadora, grababa la escena con el móvil de la víctima.
A los 30 segundos aproximadamente, Abad perdió la estabilidad, cayó al suelo y comenzó a convulsionar, mostrando un cambio de coloración en el rostro y el pecho, que adquirieron un tono morado. Pese a los evidentes signos de deterioro físico, los acusados no interrumpieron el ritual hasta que Vidal se acercó y comprobó que el fotógrafo no respiraba. A pesar de conocer los efectos potencialmente letales de la sustancia, no contactaron de inmediato con los servicios de emergencia.
El actor intentó reanimarlo manualmente, le echó agua para que recobrara la conciencia, y el fotógrafo reaccionó brevemente, aunque su respiración era irregular y agitada. Poco después, volvió a detenerse su respiración. Vidal continuó con las maniobras de reanimación durante unos 12 minutos, pero sin resultados, y hasta las 11 horas –unos 20 minutos después del colapso– no se llamó al 112.
Cuando los sanitarios llegaron, a las 11:30 horas, certificaron la muerte del fotógrafo. La autopsia concluyó que la causa inmediata fue una parada cardiorrespiratoria provocada por una reacción adversa a drogas de abuso. El informe determinó además que la víctima había consumido cocaína entre uno y cuatro días antes, lo que incrementó su riesgo cardiovascular y contribuyó a la parada cardiorrespiratoria, un factor que, según la acusación, los implicados debían conocer.
El abogado Javier Vilarrubi, representante de los hermanos de la víctima y acusación particular, solicita siete años de prisión para Nacho Vidal al añadir un delito contra la salud pública, así como la misma pena para su prima.
También pide tres años de cárcel para un amigo del actor, encargado del mantenimiento de la vivienda, al considerarlo cómplice por encubrimiento. El ritual, diseñado y dirigido por los procesados, «resultó ser irracional, temerario y muy peligroso», y ambos actuaron «sin ningún tipo de rigurosidad, a pesar de conocer la ilícita y peligrosísima sustancia que estaban haciendo inhalar» a la víctima.
