Lobato y Sánchez Acera desvinculan a Moncloa de la filtración del correo del novio de Ayuso
El antiguo líder del PSOE en Madrid explica que no usó el documento porque desconocía su origen

Juan Lobato llega al Supremo para el juicio de García Ortiz. | A. Martínez Vélez (EP)
Los socialistas Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera han desvinculado a Moncloa de la filtración del correo electrónico de Alberto González Amador. Pese a la insistencia del abogado de la acusación, el antiguo líder del PSOE de Madrid ha negado este miércoles en el Tribunal Supremo que recibiera «instrucciones» o «indicaciones» del entonces secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès. «Recibía recomendaciones y consejos, no instrucciones ni órdenes de Moncloa». Sánchez Acera, que entonces ejercía como directora del director del Gabinete de Presidencia, Óscar López, ha explicado que recibió el documento que remitió a Lobato, con información sensible tachada, gracias a un periodista cuya identidad no recuerda.
Lobato se curó en salud. El otrora líder del PSOE en Madrid acudió al notario para acreditar que el 14 de marzo del año pasado le enviaron desde Moncloa un correo electrónico con datos reservados de la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Lo hizo una hora antes de que se publicara en los medios. El actual senador ha reconocido en la tercera jornada del juicio por revelación de secretos contra el fiscal general, Álvaro García Ortiz, que no usó el email que envió el abogado del empresario a la Fiscalía para reconocer dos delitos fiscales y evitar la cárcel porque desconocía su origen. Intuía que este podía no ser «legítimo».
«La información que tenía era la misma que ustedes, pienso que es un documento que, si no está certificado, mejor no utilizarlo, quería saber de dónde venía porque, si no, iba a transmitirse la apariencia pública de que se la había dado la Fiscalía», ha indicado Lobato. Y ha insistido: «Yo no tenía sospechas, tenía prudencia». El actual senador desconoce si el correo procedía del Ministerio Público, aunque ha aclarado que ni conocía a García Ortiz ni a ningún otro fiscal.
Lobato y «el ruido»
El testigo ha reconocido que ese 14 de marzo recibió un mensaje de su director de Gabinete, David del Campo, que le aconsejó desmarcarse de una estrategia de comunicación coordinada: «Juan, en Moncloa y en Ferraz (sede nacional del PSOE) quieren el máximo ruido y jaleo para tapar el máximo tiempo posible las elecciones de Cataluña y que no hay presupuestos. Ayuso seguirá viva y en pie la semana que viene, tú también jueves a jueves dando la cara ante ella (…). Y tú seguirás en tu escaño y recorriendo la Comunidad de Madrid». Él respondió con un escueto «yes». Solo utilizó el documento cuando lo publicó El Plural y se sintió «lo suficientemente protegido».
Lobato también ha sido interrogado por las llamadas que recibió del entonces secretario de Organización de su partido, Santos Cerdán. «Me dijo que el presidente (Pedro Sánchez) iba a pedir a (Alberto Núñez) Feijóo la dimisión de la presidenta regional». Lobato ha rechazado que existiera una estrategia concertada sobre el asunto después de que el abogado de González Amador le recordara que el dirigente navarro, en prisión provisional desde el pasado 30 de junio, le pidió que saliese todo el PSOE de Madrid a pedir la dimisión de Ayuso. «Tiene sentido», ha reconocido el antiguo líder de los socialistas madrileños.
El interrogatorio de Lobato ha durado una hora y se ha centrado en los mensajes que intercambió aquella mañana con Sánchez Acera. Esta le remitió ese 14 de marzo a las 8.29 horas la imagen del correo de González Amador con una advertencia: «Cuidado con los datos personales». Minutos después insistió al entonces secretario general del PSOE en Madrid: «Sácasela en la pregunta (…) ¿quién miente, señora Ayuso, usted o su novio?». Del intercambio de mensajes de WhatsApp se aprecia que el antiguo líder socialista le preguntó si ese email se había publicado en «algún sitio».
«La tenemos porque llega, la tienen los medios», le respondió Sánchez Acera ante la insistencia de Lobato sobre su origen. A preguntas de la abogada del Estado Consuelo Castro, que ejerce la defensa de García Ortiz, el otrora líder de los socialistas madrileños ha negado que la imagen le llegara de «alguien de la Fiscalía» y que no conocía al fiscal general, que se enfrenta a una condena de hasta seis años de cárcel.
El mensaje de Sánchez Acera
Los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señalan que Sánchez Acera, entonces directora del director de Gabinete de Presidencia, envió a Lobato el correo que la defensa de González Amador remitió a la Fiscalía el 2 de febrero del año pasado. El líder de los socialistas madrileños hasta noviembre del año pasado ha asegurado que preguntó a la actual secretaria de Organización del PSOE de Madrid (que ahora lidera el ministro López) «de dónde venía ese documento». Su interlocutora le respondió que tenía esa imagen «porque llega» y «la tienen los medios».
«¿Cuando vio eso creyó que venía de la Fiscalía?», ha preguntado el abogado del novio de Ayuso a Lobato. El senador socialista ha regateado la cuestión: «No es que creyera, es que, por criterio de prudencia, pensé que si no estaba certificado el origen, mejor no utilizarlo». El testigo ha subrayado que «la primera cosa que se ha hecho mal es defraudar», pero ha reconocido que «también está mal que se revelen datos de carácter personal». «Habrá que buscar quiénes lo revelaron», ha insistido.
Lobato ha señalado que reclamó a Sánchez Acera de forma insistente conocer el origen del documento, algo que esta ha negado en su declaración posterior. La actual secretaria de Organización del PSOE de Madrid ha rechazado que departiera habitualmente con Vallès, aunque ha reconocido que ese 14 de marzo se encontró con él en un pasillo y le aconsejó que Lobato estuviera en alerta con el tema de González Amador. No obstante, ha afirmado que no informó a su compañero del origen del documento que le remitió.
El antiguo líder de los socialistas madrileños compareció el 29 de noviembre del año pasado ante el magistrado Ángel Hurtado, que le citó tras una noticia publicada por ABC en la que se afirmaba que Moncloa le había filtrado información relativa al novio de Ayuso con la intención de que la usara en su contra. En concreto, el correo del 2 de febrero en el que el empresario se mostraba dispuesto a admitir delitos fiscales. El mismo email por el que se juzga a García Ortiz, acusado de pasarlo a un periodista de la Cadena SER la noche del 13 de marzo del año pasado.
Lobato ha reconocido que si ABC no hubiese publicado esa noticia no habría desvelado que acudió al notario. Ha destacado que aportó el contenido de su teléfono al Supremo para que se contrastara junto al acta notarial donde se recogen los mensajes que le envió Sánchez Acera. El pasado marzo, Hurtado la eximió de la filtración de los datos de la pareja de Ayuso. No obstante, el magistrado no otorgó credibilidad a su declaración de unas semanas antes en calidad de testigo y observó «fisuras» en su testimonio. La testigo ha insistido este miércoles en que recibió el documento de un periodista cuya identidad no recuerda.
