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García Ortiz niega haber filtrado el correo del novio de Ayuso y justifica los borrados

El fiscal general defiende en el juicio la publicación de la nota de prensa: «La verdad no se filtra, se defiende»

García Ortiz niega haber filtrado el correo del novio de Ayuso y justifica los borrados

García Ortiz en el Supremo este miércoles, en la quinta jornada del juicio. | Sergio Pérez (EFE)

Álvaro García Ortiz ha negado haber filtrado el correo donde el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se abría a confesar dos delitos. Al principio de su declaración ha asegurado que no envió la documentación por la que se le juzga en el Tribunal Supremo. No obstante, ha defendido la publicación de la nota de prensa del 14 de marzo, que tenía el «único objetivo» de defender a los fiscales del caso: «La verdad no se filtra, se defiende». Además, ha insistido que detrás del borrado de mensajes no hubo «ningún ánimo de ocultación» y que lo hizo porque guardaba información «muy relevante». Esta mañana, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han destacado su «dominio a todos los niveles» de la filtración.

En una imagen inédita, García Ortiz, primer fiscal general que se siente en el banquillo, se ha negado a responder a las acusaciones. El fiscal general, que se enfrenta a una condena de hasta seis años de cárcel por la presunta filtración de datos confidenciales de Alberto González Amador, ha reiterado este miércoles su inocencia en la quinta jornada del juicio. La fiscal María Ángeles Sánchez Conde, su número dos en la institución, le ha preguntado si había hecho llegar el correo del 2 de febrero, en el que el novio de Ayuso se abría a reconocer dos delitos contra la Hacienda pública, a personas ajenas a la Fiscalía. «No, no lo he hecho llegar», ha respondido.

A preguntas de la defensa, que ejerce la Abogacía del Estado, ha rechazado que hablara con el periodista de la Cadena Ser Miguel Ángel Campos el 13 de marzo del año pasado a las 21.38 horas. La UCO reveló una llamada de apenas unos segundos, pero según la versión del redactor fue porque saltó el buzón de voz. «No mantuve una conversación telefónica con Campos, que quede muy claro. En ese momento estaba hablando con Pilar Rodríguez (fiscal jefe de Madrid) entiendo que saltó el contestador. No cojo llamadas desde que soy fiscal general porque me volvería loco», ha relatado.

García Ortiz defiende la nota

El fiscal general, sin toga y por primera vez fuera del estrado durante el juicio, no se ha limitado a negar que sea el origen de la filtración. Durante su intervención, que se ha prolongado durante hora y media, también ha defendido su gestión la noche del 13 de marzo. Ese día, a las 21.29 horas, El Mundo publicó que el Ministerio Público había ofrecido un pacto de conformidad al novio de Ayuso. García Ortiz ha reconocido que otorgó verosimilitud a la noticia, aunque le pareció «extravagante» que un fiscal propusiera el acuerdo.

La información provenía presuntamente de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de Ayuso, que había difundido entre un grupo de periodistas que la Fiscalía había retirado el acuerdo «por órdenes de arriba». García Ortiz ha subrayado que lo hizo para que se hiciera «un uso político» y eso hizo imprescindible publicar una nota de prensa para defender «la actuación impecable» de los fiscales del caso, que hicieron su trabajo «con rigor y determinación». El Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) denunció el comunicado porque incluía datos confidenciales de un contribuyente anónimo.

«La nota quedaba un poco coja si no hacíamos caso de lo que era de conocimiento y relevancia pública», ha defendido García Ortiz para justificar que el comunicado incluyera datos confidenciales del novio de Ayuso. El fiscal general ha insistido en que no tuvo «ningún interés» en perjudicar a González Amador, cuyos datos «han sido tratados con exquisitez».

Durante su comparecencia ha argumentado que reaccionó contra las «insidias» y «calumnias» de Miguel Ángel Rodríguez, al que reprocha haber publicado un tuit contra la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, por haber sido directora general de Justicia con José Luis Rodríguez Zapatero: «Lo hizo para cuestionar su profesionalidad y honorabilidad».

Las declaraciones de Ayuso

García Ortiz también ha atacado a Ayuso por sus manifestaciones del 12 de marzo: «Dijo que había una persecución de las fuerzas del Estado. Incluyó a la Fiscalía General, pero también a la Agencia Tributaria». Algo que estaba generando, en su opinión, la percepción de una actuación «torticera» por parte del Ministerio Público. Eso le llevó a reclamar todos los correos que intercambió la defensa de González Amador con el fiscal Julián Salto para desmentir «un bulo».

La elaboración de la nota y la filtración son «cursos causales completamente diferentes e incluso incompatibles», se he exculpado García Ortiz. El acusado ha revelado que la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, le llamó a las 20.50 horas del 13 de marzo para advertirle de lo que estaba contando Miguel Ángel Rodríguez y que, entonces, ella también estaba de acuerdo en sacar la nota (en su declaración dijo lo contrario). «Por cierto, la primera llamada que me hacía desde que soy fiscal general», se ha quejado. Preguntado sobre el reproche de Lastra, que asegura que le acusó de la filtración, ha respondido que no entendió eso y que ningún subordinado se dirige así al jefe del Ministerio Público.

Cercado por la declaración de los agentes de la UCO esta mañana, García Ortiz ha explicado que eliminó su cuenta de correo personal porque quedó al descubierto y le llegaron «amenazas». Sobre el borrado de mensajes de WhatsApp, ha afirmado que se produce «sistemáticamente» por razones de seguridad: «No dejo que permanezcan más de un mes», ha precisado. El fiscal general ha señalado que no es el dueño de esos datos, solo su «custodio», ya que afecta a terceras personas. A preguntas de su defensa, que ejerce la Abogacía del Estado, ha subrayado que es «muy consciente» de la importancia de la protección de datos.

Ha defendido que «esta eliminación de datos es preceptiva» porque si se deja el teléfono móvil encima de una mesa, se lo roban o se lo hackean «estoy poniendo en peligro a muchos ciudadanos». No obstante, García Ortiz ha puesto en duda que se trate de un borrado. Los agentes de la UCO confirmaron horas antes de su declaración que borró las comunicaciones el 16 de octubre del año pasado, el mismo día que fue imputado por el Supremo. «Lo que estoy seguro es que en ese momento, ni el mes anterior ni el anterior, existían los whatsapp que se supone que son objeto de esta causa», ha insistido el acusado.


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