La Fiscalía defiende que aunque García Ortiz hubiera filtrado era «impune»
La teniente fiscal del Supremo asegura que «en ese momento era impune porque la noticia ya era conocida por muchos medios»

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
La teniente fiscal del Tribunal Supremo (TS), María Ángeles Sánchez Conde, ha defendido este jueves que, «aún en la hipótesis» de que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, hubiera «filtrado» el correo relativo a Alberto González Amador –pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso– cuando lo tuvo en su poder, «en ese momento era impune porque la noticia ya era conocida por muchos medios» de comunicación.
Así se ha pronunciado Sánchez Conde en la sexta y última sesión del juicio que se celebra en el alto tribunal contra el fiscal general por un presunto delito de revelación de secretos contra González Amador.
García Ortiz se enfrenta a seis años de cárcel y 12 años de inhabilitación al estar acusado de haber filtrado la noche del 13 de marzo de 2024 a la ‘Cadena SER’ el correo que la defensa de González Amador envió a la Fiscalía el 2 de febrero de ese mismo año para ofrecerse a reconocer dos delitos fiscales a cambio de un pacto para evitar el ingreso en prisión.
«Aún en la hipótesis de que el fiscal general del Estado hubiera filtrado el correo cuando lo tuvo en su poder, en ese momento era impune porque la noticia ya era conocida por muchos medios y está acreditado en la causa», ha sostenido.
En este sentido, ha hecho hincapié en que periodistas de esa radio, El País, La Sexta y eldiario.es han testificado en el juicio que sabían que la defensa de González Amador estaba negociando una conformidad con la Fiscalía antes de que el propio fiscal general lo supiera.
La ‘número dos’ de Fiscalía ha incidido en que García Ortiz solo tuvo conocimiento de ello cuando recibió, a las 21:59 horas del 13 de marzo, los ’emails’ que la defensa del novio de Díaz Ayuso se había intercambiado con el fiscal del caso, Julián Salto, mientras que los informadores aseguraron que lo supieron minutos, horas o incluso días antes.
En concreto, ha destacado el testimonio de José Manuel Romero, entonces subdirector de El País, porque «siempre ha situado su fuente en la Fiscalía Superior de la Comunidad de Madrid».
La conversación con ‘El Mundo’
A todo ello ha añadido que tanto González Amador como el jefe de gabinete de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, en sus respectivos testimonios, reconocieron que éste puso en contacto la mañana del 13 de marzo al empresario con el periodista de El Mundo que a las 21:29 de ese día publicó que la Fiscalía ofrecía pactar, un texto que desencadenó la reacción de García Ortiz.
Sánchez Conde ha declarado que, de esta forma, ambos vinieron a reconocer que «la fuente de la información de esa noticia fue el señor González Amador».
La fiscal ha recordado que, de acuerdo con dichos testimonios, cuando su abogado le remitió el pantallazo de otro ’email’, de 12 de marzo de 2024, donde el fiscal se abría a pactar, González Amador se lo reenvió a Rodríguez y le autorizó a usarlo.
Sánchez Conde ha recalcado que así lo hizo, dando difusión de su contenido «entre más de 100 periodistas», con la apostilla de que el acuerdo que supuestamente ofrecía Fiscalía se había frenado por «órdenes de arriba», algo que la fiscal ha resaltado que el propio ‘MAR’ admitió que «no tenía ningún contraste, que era una mera deducción que había hecho».
La teniente fiscal ha argumentado que la pieza de ‘El Mundo ‘ no solo recogía ese segundo ’email’ de 12 de marzo sino que también contenía «párrafos enteros» de la propuesta de conformidad adjuntada por la defensa de González Amador al «célebre correo» del 2 de febrero.
Con todo, Sánchez Conde ha considerado acreditado «indubitadamente» que «varios periodistas» estaban «hablando» de la existencia de dos correos relativos a la pareja de Díaz Ayuso, antes de que García Ortiz fuera consciente de que existían.
Un «borrado legítimo»
Por otro lado, ha atacado el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que señala una «participación preeminente» de García Ortiz en la supuesta revelación basándose en las comunicaciones de aquella noche, que se han podido conocer por el móvil de la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid.
Sánchez Conde también ha dedicado buena parte de su exposición a desgranar la resolución por la que el juez instructor, Ángel Hurtado, acercó a juicio al fiscal general para poner de relieve sus «errores» o «lapsus».
Punto por punto, ha cargado contra los indicios apreciados por el magistrado, especialmente en «el borrado» que hizo el fiscal general de sus chats de WhatsApp porque, «aparte de legítimo, no ha tenido ninguna trascendencia en esta causa».
