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Los fiscales se rebelan por la elección de su nueva jefa: «Sigue mandando Dolores Delgado»

Miembros del Ministerio Público critican la línea continuista del Gobierno: es la cuarta consecutiva vinculada a la UPF

Los fiscales se rebelan por la elección de su nueva jefa: «Sigue mandando Dolores Delgado»

Teresa Peramato en una entrevista en noviembre de 2023. | A. Martínez Vélez (EP)

Los fiscales se rebelan por la elección de su nueva jefa. El Consejo de Ministros propuso este martes a Teresa Peramato como fiscal general del Estado. Los miembros del Ministerio Público consultados por THE OBJECTIVE valoran de forma positiva su perfil técnico, pero ven la elección como continuista: la cuarta consecutiva vinculada a la Unión Progresista de Fiscales (UPF). «Sigue mandando Dolores Delgado», lamentan. Consideran que tras su designación se esconde la sombra de la primera ministra de Justicia de Pedro Sánchez, con la que Peramato acumuló diversos ascensos. «Le susurra al oído al presidente del Gobierno», insisten varios fiscales con décadas de servicio. Recuerdan que ya fue clave en la promoción del recién dimitido Álvaro García Ortiz.

La carrera judicial ha acogido con relativo entusiasmo a la sustituta de García Ortiz, a la que piden que «recupere la imagen de imparcialidad» de la institución tras la condena de dos años de inhabilitación a su predecesor por revelación de datos reservados. Un mero trampantojo. De puertas adentro, entre bastidores, lamentan su cercanía a Delgado, a la que acusan de mover los hilos para la designación de Peramato como nueva fiscal general durante este año y medio que resta de mandato.

«El cargo es tan importante que ni siquiera lo decide el ministro de Justicia, Félix Bolaños. Lo determina el presidente del Gobierno, que desconoce quién encarna ese papel de jurista de prestigio que exige el puesto. Sánchez debe de tener a alguien de confianza que le aconseja y Delgado parece ser su enlace para determinar quién es la persona idónea. Pasó con García Ortiz y vuelve a suceder», explica un veterano fiscal.

La sombra de Delgado

Peramato, de 63 años, ingresó en la carrera fiscal en 1990. Tras su paso por las fiscalías de Tenerife, Valladolid y Barcelona, se trasladó a la Fiscalía Provincial de Madrid, destino en el que, en 2005, fue nombrada fiscal delegada para la Sección de Violencia sobre la Mujer, de la que es una especialista. Su primer cargo de relevancia le llegó en marzo de 2010, cuando el entonces fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, la nombró fiscal adscrita a la Fiscalía de Sala contra la Violencia sobre la Mujer.

Su despegue definitivo se produjo con Delgado al frente de Justicia. En octubre de 2018, con María José Segarra en el Ministerio Público, fue designada fiscal adscrita a la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional. A propuesta de Delgado, ya como fiscal general, Peramato fue promovida en mayo de 2021 a la primera categoría de la carrera y designada fiscal de Sala contra la Violencia sobre la Mujer. Su predecesor, García Ortiz, la catapultó a fiscal jefa de la Sala Penal del Tribunal Supremo en enero.

«La única cacicada que hizo Segarra fue llevar a Peramato al Constitucional. Son plazas muy difíciles y entonces nadie entendió el movimiento. Luego supimos que estaba protegida por Delgado», revela un fiscal con varias décadas de servicio. Otro compañero afirma que la exministra de Justicia con Sánchez, ya como fiscal general, la ascendió y que, cuando se jubiló Joaquín Sánchez-Covisa, García Ortiz la eligió para ocupar su puesto en la Sala Penal del Supremo.

Este fiscal subraya que, tras la marcha de Sánchez-Covisa, «había que elegir a alguien de confianza para neutralizar al resto de fiscales, ya que si los jefes discrepan de un asunto, este se envía al fiscal general». E insiste: «García Ortiz nombró a Peramato fiscal jefe de lo Penal para poder tener mano y que le ayudara. No obstante, no ha habido ocasión para hacerlo». Otro colega apuesta a que detrás de su designación está la sombra de Delgado, aunque en su opinión es «mucho más limpia» que sus predecesores.

La carrera de Peramato

Existe un vínculo entre la nueva fiscal general y las tres personas que le antecedieron: todos ellos están vinculados a la UPF. Peramato llegó a presidir la asociación entre junio de 2019 y octubre de 2021. En una nota difundida este martes, sus dirigentes aseguran que «encarna de manera sobresaliente las mejores virtudes» para el puesto. Pero los fiscales critican que durante los mandatos de Delgado y García Ortiz se ha beneficiado a los miembros de esta organización a pesar de que otras triplican su número de afiliados. Los datos en cuanto a nombramientos discrecionales dejan pocas dudas.

Con García Ortiz han tenido lugar 23 promociones a fiscal de Sala: 18 han sido para miembros de la UPF con apenas 250 afiliados, tres para independientes y dos para miembros de la Asociación de Fiscales (AF), que ronda los 700 asociados. «Esto es dejar colonizada la institución para una o dos décadas y hacerle la vida un infierno a cualquier fiscal general que llegue desde un distinto signo político», se ha lamentado en la red social X Juan Antonio Frago, el abogado que representó a la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) en el juicio por el que ha sido condenado el ya exjefe del Ministerio Público.

«No nos ha sorprendido el nombramiento de Peramato: de la UPF y del mismo perfil que sus predecesores. El mensaje que traslada es que se sustituye a una persona por otra. Hay que ver aún cómo lo desarrolla, es un periodo de expectativa, pero lo vemos muy poco ilusionante», subraya Miguel Pallarés, presidente de la APIF. Asegura desconocer el papel de Delgado en la designación, aunque explica que son «datos objetivos» que fue ascendida mientras esta era ministra de Justicia, pero también luego como fiscal general.

Cristina Dexeus, presidenta de la mayoritaria AF, considera que el relevo de García Ortiz «era imprescindible y debería haberse producido antes». Explica que su asociación dará «la bienvenida» a Peramato y le trasladará «las necesidades de la carrera». En especial, la de trabajar «para recuperar la imagen del Ministerio Público, cuidando de su imparcialidad». «Tiene que recuperar el crédito perdido, dar imagen de separación del Gobierno», añade en una conversación con este diario.

«Hay continuismo»

«Hay continuismo. Hasta qué punto incide Delgado no lo sé, pero ha sido miembro del Gobierno de Sánchez y podría ser que la elección estuviera consensuada», indica Dexeus. De lo que no tiene dudas es de que Peramato obtendrá la idoneidad del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que tiene previsto pronunciarse el próximo miércoles, aunque su informe no es vinculante. Un trámite que no superó su predecesor. «Depende de ella si quiere ser más como Segarra o como García Ortiz», insiste otro veterano del Ministerio Público.

García Ortiz se convirtió en fiscal general en julio de 2022 tras tomar el testigo de Delgado, de la que fue mano derecha como fiscal jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado. Una de sus primeras decisiones fue ascender a su predecesora a fiscal de la Sala de lo Militar en el Supremo en contra del criterio del Consejo Fiscal, que apostó por otro candidato con amplia experiencia en derecho militar. Este recurrió la decisión ante el Alto tribunal, que le dio la razón y anuló el nombramiento de Delgado. La sentencia disparó contra el predecesor de Peramato, al que acusó de incurrir en «una desviación de poder».

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