The Objective
Entrevista

El padre que cerca a un alto cargo de Bolaños: «Los hombres también sufren violencia vicaria»

Martínez considera que la nueva ley creará una «excepción para las madres» que dejará desprotegidos a los menores

Pablo Martínez echa un nuevo pulso al Gobierno. El abogado leonés mantiene una lucha titánica por la custodia de sus tres vástagos desde 2022. El año pasado consiguió que la justicia investigara a un alto cargo del Ministerio de Justicia que dirige Félix Bolaños. El director general de Transformación Digital, Aitor Cubo, está imputado por la falsificación de documentos públicos y la manipulación de la declaración judicial de su hijo mayor cuando solo tenía 12 años. Ahora levanta la voz para oponerse a la ley de violencia vicaria que pretende aprobar el Gobierno porque deja a los menores «desprotegidos» y «promueve que el hombre sufra violencia vicaria».

«Los hombres también sufren violencia vicaria», lamenta Martínez. El término fue acuñado por la psicóloga argentina Sonia Vaccaro y hace referencia a una forma de violencia de género en la que el agresor, siempre varón, utiliza a los hijos u a otros seres queridos de la víctima para causar daño emocional, psicológico o físico a su pareja o expareja. El Gobierno de Pedro Sánchez ha asumido el concepto y el pasado 30 de septiembre aprobó en Consejo de Ministros el anteproyecto de ley contra la violencia vicaria.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, la calificó de «ley pionera» que castigará con penas de entre seis meses y tres años a quienes causen «dolor o sufrimiento a la mujer a través de personas instrumentales o interpuestas». Martínez propone que la norma incluya a los hombres que, como él, sufren situaciones similares para que la justicia ampare a las víctimas independientemente del género. En su opinión, la redacción actual va a «crear una excepción para las madres» y va a dejar a los menores desprotegidos si quien ejerce algún tipo de violencia son ellas.

PREGUNTA.- ¿Qué le parece el anteproyecto de ley contra la violencia vicaria?

RESPUESTA.- Qué quiere que le diga. He podido leer el texto y me he quedado de piedra. Muy, muy preocupado.

P.- ¿Por qué?

R.- Porque lleva a los menores a una absoluta desprotección. Ellos van a padecer y van a sufrir todo tipo de manipulaciones. Dependiendo de donde provengan esas manipulaciones podrán tener protección o no.

P.- Explíquese.

R.- Si las manipulaciones vienen de su madre están absolutamente desprotegidos. Se está creando una exención para las madres, que podrán cometer cualquier tipo de injerencia sobre los niños y no va a pasar absolutamente nada. Es muy, muy preocupante.

«Se está creando una exención para las madres, que podrán cometer cualquier tipo de injerencia sobre los niños y no va a pasar absolutamente nada»

P.- ¿Hay hombres que sufren violencia vicaria?

R.- Sí, puede haber hombres que sufren esa violencia vicaria. Por supuesto que sí. Es más, con el anteproyecto de ley lo que se va a provocar y se va a promover es que sean los hombres los que padezcan la violencia vicaria.

P.- ¿En qué se basa?

R.-Si la violencia vicaria cometida por las madres se queda exenta de cualquier tipo de responsabilidad, lo que va a pasar es que se va a provocar aún más ese tipo de conducta. Los menores van a quedar todavía más desprotegidos porque se van a ver totalmente manipulados e instrumentalizados por las madres en contra de los padres sabiendo que no va a pasar absolutamente nada. Por tanto, la situación en la que nos vamos a encontrar no es que haya violencia vicaria que padezcan los hombres, es que va a haber más todavía.

P.- ¿Usted se ha sentido desprotegido?

R.- Sí, me he sentido un padre desprotegido. Totalmente. Le voy a contar mi caso. Únicamente puedo ver a mis hijos poquísimas horas a la semana y no tengo ningún tipo de condena. No tengo ninguna orden de alejamiento. Nada de nada. ¿Por qué? Pues porque su madre no quiere cambiar el régimen y simplemente se obceca en judicializar a mis hijos.

El abogado Pablo Martínez durante la entrevista. | Kevin Borja

P.- Cuente más de su caso.

R.- Es muy particular porque es un caso donde, por ejemplo, la trabajadora social del equipo psicosocial es la vecina de la abogada contraria. Al estrado se sube una juez en prácticas que es amiga íntima de la madre de mis hijos o, por ejemplo, eliminaron la voz de mi hijo, un menor de 12 años, cuando lo han explorado. La situación que le estoy comentando es muy contraria a los intereses de mis hijos, que son los grandes perjudicados y los que están siendo instrumentalizados.

P.- ¿Conoce otros casos parecidos?

R.- A mí me llama muchísima gente. Mi caso acontece en Valladolid, lo conoce todo el mundo. Me llaman muchísimos padres en una situación muy similar, pero también abuelas, tíos y primos de gente que está padeciendo lo mismo. Este anteproyecto de ley va a llevar a que situaciones como estas se repliquen y se repitan, lo que es muy, muy peligroso.

P.- ¿Tiene solución?

R.- Yo creo que tiene solución, por supuesto, pero hay que hacer una reflexión. Habría que bascular entre los diferentes intereses que hay en juego. El interés primordial es el interés del menor. Creo que habría que plantearse qué es lo que se tiene que defender, a quién hay que ayudar y proteger.

P.- ¿Qué plantea?

R.- Invito a los grupos políticos y al Gobierno, aunque yo no sé si el Gobierno, entendiendo la deriva que tiene, va a estar muy por la labor de sentarse, reflexionar y realmente hacer un esfuerzo para proteger al menor.

P.- ¿Por qué cree que hemos llegado hasta aquí?

R.- Todo esto parece que viene a intentar tapar las denuncias falsas. Ya se está conociendo que han sido muy numerosas. Se intenta traspasar la responsabilidad de una denuncia falsa de la madre al menor, con la gravedad que ello conlleva. Si miramos a los países de nuestro alrededor en Europa, no hay ninguno que tenga un régimen como el que ahora se pretende instaurar aquí. La violencia vicaria es violencia, sí, pero se tendrá que perseguir al responsable independientemente del género. Si es la madre, la madre; si es el padre, el padre, y proteger al menor. Lo que se está pretendiendo es desproteger al menor si la violencia proviene de la madre. Es una barbaridad.

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