Estados Unidos envía su flota y un portaaviones a la península de Corea
Menos de 48 horas después de bombardear Siria, el Gobierno estadounidense ha decidido actuar sobre otro tema que domina su agenda internacional: un portaaviones y su flota se dirigen a la península coreana ante las ambiciones nucleares de Corea del Norte. «El comando del Pacífico de Estados Unidos ordenó al grupo aeronaval del portaaviones USS Carl Vinson movilizarse como medida prudente para mantener su disposición y presencia en el Pacífico», ha explicado el portavoz Dave Benham, citado por AFP.
Menos de 48 horas después de bombardear Siria, el Gobierno estadounidense ha decidido actuar sobre otro tema que domina su agenda internacional: un portaaviones y su flota se dirigen a la península coreana ante las ambiciones nucleares de Corea del Norte. «El comando del Pacífico de Estados Unidos ordenó al grupo aeronaval del portaaviones USS Carl Vinson movilizarse como medida prudente para mantener su disposición y presencia en el Pacífico», ha explicado el portavoz Dave Benham, citado por AFP.
«La principal amenaza en la región sigue siendo Corea del Norte debido a su temerario, irresponsable y desestabilizador programa de pruebas de misiles y su búsqueda del arma nuclear», ha precisado. La flota de ataque incluye al supertransportador de aviones USS Carl Vinson, dos destructores de misiles guiados y un crucero de misiles guiados.
El grupo aeronaval tenía programado para hacer alto en Australia, pero finalmente puso rumbo al Océano Pacífico occidental desde Singapur. Corea del Norte ha llevado a cabo cinco pruebas nucleares, dos de ellas el año pasado. Un análisis de imágenes por satélite sugiere que podría estar preparando un sexto.
El lanzamiento más reciente ocurrió el pasado miércoles, cuando un misil balístico KN-15 cayó en el Mar de Japón tras sobrevolar cerca de 60 kilómetros. El Consejo de Seguridad consideró que el ensayo fue «una grave violación» de las obligaciones de Corea del Norte en base a las resoluciones de la ONU.
Funcionarios de inteligencia de Washington aseguran que Pyongyang podría desarrollar en menos de dos años una ojiva nuclear, que tendría las condiciones para alcanzar territorio estadounidense.