EEUU se replantea su papel en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, ha afirmado este martes que el gobierno de Donald Trump “evalúa cuidadosamente” su participación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el papel de su país en este organismo. El hecho de replantear el papel de Estados Unidos en este organismo se debe a todas las medidas tomadas contra Israel. Haley ha dicho que es «difícil de aceptar» que se hayan tomado medidas contra Israel pero no contra otros países como Venezuela o Irán, donde ocurren a menudo abusos de los derechos humanos.

«Es difícil de aceptar que este consejo nunca haya considerado tomar una decisión sobre Venezuela y aún así haya adoptado cinco medidas basadas en prejuicios, en marzo, contra de un solo país, Israel. Es esencial que este consejo aborde sus prejuicios crónicos contra Israel si quiere tener alguna credibilidad», ha declarado Haley.

“Como ustedes saben, Estados Unidos examina cuidadosamente a este Consejo y su participación en el mismo”, ha dicho Haley durante su intervención en la 35º sesión de este organismo de la ONU para la defensa de las libertades fundamentales.

En su discurso en Ginebra, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU  ha afirmado que propondrá ideas “para hacer el Consejo de Derechos Humanos más eficaz, para que rinda más cuentas y responda más” a las situaciones de abusos de derechos humanos en todo el mundo. Ha asegurado además que el país está convencido de la necesidad de que se protejan y promuevan los derechos humanos, cuyo respeto está entrelazado con la paz y la seguridad.

Por este motivo considera que, mientras que el Consejo de Derechos Humanos se dedica a proteger estas libertades fundamentales, “todos los entes de la ONU, incluido el Consejo de Seguridad, deben trabajar para hacer frente a las violaciones y los abusos como parte de su labor”.

Haley ha hecho especial mención a la situación en Venezuela y ha señalado que el Consejo de Derechos Humanos debe hacer frente “al rápido deterioro” de los derechos humanos en este país. Además, ha pedido a Venezuela que si no puede solucionar la grave crisis política, social y económica en la que se encuentra, renuncie “voluntariamente a su silla hasta que tenga su propia casa en orden”. “Ser un miembro de este Consejo es un privilegio y a ningún país que es un violador de los derechos humanos se le debería permitir estar sentado en la mesa” de este organismo, ha recalcado Haley.

También ha hablado en su discurso sobre la situación de Siria, la República Democrática del Congo, Eritrea, Bielorrusia y Ucrania, donde ha indicado que el Consejo debe prevenir “más violaciones y abusos”.

Haley ha pedido también a todos los miembros del Consejo que apoyen la participación de la sociedad civil en este foro y ha prometido seguir defendiendo los derechos igualitarios de las mujeres, así como que seguirá exigiendo medidas decisivas para eliminar la trata de personas.