El plan de reapertura de actividades a partir del próximo lunes en Cataluña, que ha propuesto el Departamento de Salud, prevé unas Navidades con reuniones familiares de máximo 10 personas, con posibles cenas en restaurantes hasta las 21 horas, y un Fin de Año también con 10 personas pero sin salir de noche, porque seguirá vigente el toque de queda nocturno entre las 22 horas y las 6:00 horas.
Los detalles: el plan de reapertura, una suerte de «desescalada», se estructura en cuatro tramos, que se volverán a evaluar territorialmente cada 15 días y cuya aplicación dependerá de que siga el retroceso del virus y se mantenga la velocidad de propagación por debajo de 0,9. Esta propuesta de desescalada por tramos de 15 días será evaluada, discutida y, en su caso, aprobada en la reunión que el Procicat tiene previsto celebrar entre mañana y pasado.
Si la evolución de la epidemia[contexto id=»460724″] sigue siendo positiva, Salud propone para el tercer tramo de la desescalada, que abarcaría del 21 de diciembre al 4 de enero, reuniones de un máximo de 10 personas, que sean de un máximo de «dos burbujas de convivencia habituales o una burbuja ampliada».
Las familias podrían acudir a cenar a restaurantes, que estarían abiertos al 50 % de aforo hasta las 21 horas, pero los actos religiosos, entre ellos la Misa del Navidad o la del Gallo, seguirían reducidas al 30% de fieles y un máximo de 100 personas.
El aforo de los museos, teatros, cines, auditorios y salas de concierto estaría limitado al 70%, pero el toque de queda nocturno entre las 22 horas y las 6:00 horas seguiría vigente, por lo que quedan descartada toda fiesta popular en la calle para Fin de Año.
Los centros comerciales en estas fechas prenavideñas ya habrían podido reabrir al 30% de su capacidad, y se podría hacer deporte ya en gimnasios interiores, con un 70% del aforo. Eso sí, ni en Navidad ni en Fin de Año se podrá salir de Cataluña, cuya entrada y salida seguiría restringida sin motivo justificado.