El presidente Donald Trump ha advertido de que no certificará el acuerdo con Irán, al afirmar que Teherán es «el principal patrocinador del terrorismo en el mundo» y no respeta «el espíritu» del pacto.
Las autoridades iraníes han denunciado este jueves que la ley de sanciones firmada por el presidente estadounidense, Donald Trump, es un intento de acabar con el acuerdo nuclear firmado entre Irán y seis grandes potencias en julio de 2015.
“Proteger los sitios nucleares de Irán es primordial en todas las circunstancias. Hoy en día Irán dispone del cielo más seguro de toda la región”, dijo el jefe de la defensa antiaérea iraní, el general Farzad Esmaili. El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, insistió en el carácter puramente defensivo del poder militar iraní: “Los sistemas S-300 son sistemas defensivos, no de ataque, pero los estadunidenses hicieron todo lo posible por evitar que Irán los consiguiera”, recordó.
La planta nuclear de Fordo alberga más de mil centrifugadoras que Irán utilizaba para enriquecer uranio, actividad que fue suspendida por Teherán tras la entrada en vigor en enero pasado del acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y el llamado Grupo 5+1 (formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania), que fue firmado el 14 de julio de 2015 en Viena. Irán se comprometía con dicho acuerdo a limitar sus reservas de uranio enriquecido, a desmantelar dos tercios de sus centrifugadoras y a eliminar el reactor de agua pesada de Arak.
El bloqueo a la venta de los aviones a Irán se aprobó por una iniciativa del Partido Republicano, pero no enfrentó mayores rechazos por parte del Partido Demócrata, pese a que la operación era posible gracias al acuerdo nuclear con Teherán impulsado por el gobierno del presidente Barack Obama. La negativa del Congreso también afecta un acuerdo para el alquiler de otras 29 aeronaves, por un monto adicional de unos 7.000 millones de dólares.
El posible compromiso que surja de las conversaciones entre las grandes potencias e Irán, que esta semana han entrado en su fase final, deberá vencer la resistencia de sus opositores en Washington y Teherán, tanto como la de sus enemigos en Riad y Tel Aviv