Ai Wei Wei, el bumerán que vuelve
Un artista checo destruye una valiosa pieza del creador chino en réplica a la vasija que rompió este y cimentó su fama
Un artista checo destruye una valiosa pieza del creador chino en réplica a la vasija que rompió este y cimentó su fama
«Está claro que se han cometido con él tan aviesos y vengativos abusos que ya ha pagado bastante por sus delitos, reales o no, y es de justicia liberarlo»
Un género cinematográfico antes olvidado, y hoy en día recuperado en parte por la proliferación de plataformas de visionado en streaming, es el documental. Hay documentales que son auténticas obras maestras del Séptimo Arte. Muchas de ellas las podemos encontrar en Netflix, y las historias que cuentan llenarán nuestro repertorio de conversaciones interesantes.
Un videoclub de barrio planta cara a quienes quieren gentrificar Barcelona. El cine y lucha vecinal se unen para acabar con la gentrificación.
Cuando el arte toma la palabra, el ansia de libertad consigue transformar la censura en denuncia y el cautiverio en activismo. La mentira de “lo que no te mata te hace más fuerte”, puede convertirse en verdad; quien ha sido amordazado gritará luego más fuerte, y quien estuvo encadenado podrá hacer de la expresión artística pura agitación.
Según el abogado de Xia, su caso forma parte de la campaña del presidente chino, Xi Jinping, de silenciar a los abogados de Derechos Humanos que han osado desafiar al poder. Antes de su arresto, Xia solía defender a clientes que tenían problemas con las autoridades del país, como fue el caso del artista y activista, Ai Weiwei. Xia ya fue arrestado en 2011 y condenado a pagar 2,4 millones de dólares por atrasos en impuestos y multas por fraude fiscal. En el verano de 2015, más de 300 activistas y abogados fueron detenidos por las autoridades chinas, 12 de los cuales aún permanecen en prisión.
En la imagen, la mujer de Xia Ling con la prensa tras conocer el fallo del Tribunal.
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