El presidente egipcio Abdel Fatah Al Sisi ha sido reelegido para un segundo mandato con el 97,08% de los votos, es decir, unos 22 millones de sufragios, ha anunciado este lunes la Autoridad Nacional de las elecciones.
Los egipcios votan este lunes en unas elecciones presidenciales que durarán tres días y en las que el mandatario Abdelfatah al Sisi parte como el favorito indiscutible frente a un único rival, Musa Mustafa Musa, declarado afín al presidente.
Los egipcios están llamados a las urnas el próximo mes de marzo para elegir un nuevo presidente. Egipto celebrará comicios por primera vez desde la elección del mariscal Abdelfatah al Sisi en mayo de 2014, ha informado este lunes la Autoridad Nacional Electoral.
El consejo estará integrado por un jefe, que será elegido por el presidente del país, y doce miembros recomendados por el Parlamento y otras instituciones que también deberán ser aprobados por Al Sisi. La ley dice que garantizará “el derecho a los ciudadanos a disfrutar de medios libres y honestos”. Además, pide al consejo que se encargue de “garantizar la conformidad de los medios con las exigencias de seguridad nacional”.
El Comité para la Protección de los Periodistas, cuya sede se encuentra en Nueva York, ha acusado a Egipto de encarcelar a numerosos periodistas, además de denunciar que el país impone restricciones a los medios de comunicación. Al Sisi se queja a menudo de la actividad de los periódicos de su país, pero ha negado las críticas respecto a las restricciones que les impone. Jaled Elbakshy, un responsable del Sindicato de Periodistas de Egipto, asegura que esta ley reforzará el control del gobierno sobre los medios de comunicación.
El mandatario prometió el pasado mes de octubre modificar la ley que regula las protestas en el país, pues ha sido fuertemente criticada por grupos defensores de los derechos humanos, que creen que es demasiado severa. La ley establece que es necesario el permiso del Ministerio del Interior para que más de diez personas puedan reunirse, lo que ha conseguido terminar con las manifestaciones que lograron derrocar a dos presidentes. El presidente egipcio no tiene la autoridad para interferir con el poder judicial egipcio, pero sí puede decidir sobre los indultos, que es lo que pedían los activistas para los estudiantes que habían participado en las protestas.
Entre los presos indultados se encuentra Islam al-Beheiry, un presentador de televisión que fue condenado a un año de cárcel por blasfemar en un programa televisivo que acabó siendo cancelado.