Alfonso Guerra: «El PSOE es otro partido, echo de menos el anterior»
El exvicepresidente socialista durante el mandato de Felipe González repasa en una entrevista en EFE los 40 años de aquella victoria electoral
El exvicepresidente socialista durante el mandato de Felipe González repasa en una entrevista en EFE los 40 años de aquella victoria electoral
El exvicepresidente ha reprochado la alianza con Bildu y lo poco exigente que se es con la formación vasca para lograr que condene la violencia de ETA
El que fuera vicepresidente del Gobierno ha señalado que este gesto «no le coge por sorpresa» y no acudirá a la conmemoración del primer Ejecutivo del PSOE
El exvicepresidente del Gobierno ha confirmado que el documento impulsado por la familia del expresidente de la Junta se encontrará su firma
Conversaciones entre dirigentes de Podemos y miembros de la Moncloa revelan el ‘plan b’ de Sánchez. Los morados evitan generar ruido con la OTAN y Melilla
El exvicepresidente del Ejecutivo ha lamentado la decisión «personal» del presidente sobre el Sáhara
Guerra ha señalado que la izquierda española ha tenido «una evolución radical» sobre Juan Carlos I
«Enrique ha sido un socialista leal hasta los huesos, genio y figura con mucho genio y figura que no apostató jamás de sus ideas, de sus raíces vascas y de su sangre judía»
Están Jordi Cañas, Miquel Iceta, Loquillo, Federico Jiménez Losantos, Albert Rivera, Alfonso Guerra, Antonio Muñoz Molina, Xavier García Albiol, Carles Francino, Miquel Roca, Rosa Díez, Toni Cantó, Pedrojota Ramírez y, cómo no, Albert Boadella. Todos ellos han hecho méritos (bien que unos más que otros) para figurar en el apartado ‘Banalización del nazismo’ de la Base de Datos de la Catalanofobia del diario Vilaweb, que registra, con un alarde taxonómico propio de la entomología, lo que sus hacedores consideran manifestaciones de odio a Cataluña.
Cuántas emociones olvidadas regresan hoy al repasar viejos textos. Qué rápidamente saltamos, hace cuatro decenios, del final de una gris y burocrática dictadura a la esperanza de que iba a ser posible recuperar tanto tiempo perdido frente a una Europa próspera, moderna, libre y reconciliada: en año y medio habíamos pasado del lúgubre «Españoles, Franco ha muerto» de Arias Navarro al «Puedo prometer y prometo» de Adolfo Suárez en el último día de la primera campaña electoral democrática. Creímos a Suárez y lo ratificamos en el poder, e hicimos bien. Sí, había en él algo del tahúr del Misisipí que le colgaría Alfonso Guerra, y le faltaba un tanto de poso cultural y político, pero era un hombre de acción y de diálogo que derribaba obstáculos y que quizá habría evitado algunos males nacidos tras su defenestración en 1981 por los golpistas. El terrorismo de Estado y la corrupción no iban con él.