Aprobada por las autoridades en Hilla, la capital de la provincia de Babil, la decisión también se aplicará a los «terroristas» sospechosos de llevar a cabo ataques contra las fuerzas de seguridad. «Consideraremos cualquier medio que podría ayudar a impedir el terrorismo», ha informado Hassan Fadaam, miembro del Consejo, quien además ha pedido a Bagdad que aquellas personas que se encuentren en el corredor de la muerte sean ejecutadas públicamente donde cometieron los delitos. La población acusa al Gobierno de los múltiples atentados que tienen lugar en Irak debido a «errores de seguridad». De esta forma, en un intento por demostrar su compromiso con la seguridad, el Gobierno ejecutó a cinco personas condenas a muerte días después del ataque en el centro de Bagdad que acabó con la vida de 281 personas y cientos de heridos.