«Un bitcoin no sirve para nada más que ser intercambiado, por lo que su valor podría volver a la pizza de 10.000 bitcoins, o incluso desaparecer»
«The political developments of the past few weeks will ensure that the economic recovery will be needlessly slow and painful, if we see a recovery at all»
Algunas están por novedosas, pero el criterio de inclusión no tiene que ver con que la Academia les haya abierto las puertas (admisión, ay, que tantas veces supone un fin de trayecto), sino con su timbre de almanaque o, si se quiere, su vigencia periodística.
En 1832 Harriet Martineau publicó una colección de cuentos con el improbable título Illustrations on Political Economy. Los relatos exponían los principios, mecánicos y desalentadores, que David Ricardo había expuesto 15 años antes. Su éxito fue enorme; el título volaba de los escaparates de las librerías de toda Gran Bretaña. “Ahora se considera de gran elegancia entre las marisabidillas hablar de economía política”, dijo con desdén María Edgeworth. Seguro que la lectura de Martineau era menos agria que la del propio Ricardo.
Atónita escuchaba la pasada semana algo de un ciber-robo de 750.000 criptomonedas en un sistema de intercambios que ha llevado a la quiebra a una plataforma llamada Mt Gox en Tokio.