«No voy a fingir. Estoy enojado, muy enojado… Es el fracaso de la política, como miembros del Consejo de Seguridad, ustedes lo saben. Así que, por favor, éste es el momento de dejar de lado las diferencias, unirse y detener esta vergüenza humanitaria de una vez por todas», apuntó O’Brien en un informe sobre la situación por la que atraviesa Siria que rindió ante el Consejo de Seguridad de la ONU. “Ustedes tienen el poder con un bolígrafo, con una simple firma, de permitir que llegue alimento a la gente», agregó. A pesar de lo mucho que se ha discutido sobre esta grave crisis, destacó, la ciudad continúa sitiada y unas 275.000 personas se encuentran sin suministros vitales como agua, alimento, medicinas y electricidad. Reiteró que los organismos de la ONU están listos para prestar asistencia cuando se les permita hacerlo.