Varios cooperantes del CICR fueron interceptados sobre las 11.00 hora local (6.30 GMT) por un grupo de hombres armados no identificados cuando viajaban en dos coches por la autopista que une las ciudades norteñas de Kunduz y Mazar-e-Sharif, dijo un portavoz de la ONG, Ayaz Ahmad Ramin. «Al resto de nuestros compañeros les permitieron marcharse y ahora el CICR está en contacto con autoridades de diferentes niveles y fuentes para asegurar la segura liberación del secuestrado», detalló Ramin. La familia del cooperante ya ha sido informada de lo sucedido. Las autoridades afganas están trabajando junto al Comité Internacional de la Cruz Roja para contactar con la mayor cantidad de personas posibles que puedan tener alguna influencia sobre los secuestradores del cooperante. «Estamos extremadamente preocupados por la seguridad de nuestro compañero. Hacemos lo máximo posible para descubrir lo que ha pasado y para asegurar cuanto antes su liberación segura», dijo la responsable de la delegación del CICR en Afganistán, Monica Zanarelli.
Los secuestros son comunes en Afganistán y los empleados de organizaciones humanitarias son a menudo objetivo de este tipo de acciones, en muchos ocasiones destinadas a obtener un rescate. De hecho el pasado febrero, cinco empleados afganos del Comité Internacional de la Cruz Roja fueron secuestrados en la provincia de Ghazni, en el sureste del país, y liberados poco tiempo después.