¿Choque de civilizaciones? Incompatibilidad de caracteres
Existe un método infalible para averiguar cuánto hay de propaganda, mentira y autoengaño en la opinión de alguien. Sólo es necesario preguntarle al opinador qué cantidad de dinero estaría dispuesto a apostar por ella. Cuando el lunes de la semana pasada Anis Amri estrelló un camión contra la multitud que se encontraba en un mercadillo navideño berlinés, una muchedumbre de conspiranoicos se apresuró a acusar de islamofobia, xenofobia y por supuesto fascismo a los que insinuaban la posibilidad de que se tratara de un atentado terrorista islámico.