desarrollo

Por qué la humanidad vive mejor que nunca

Por qué la humanidad vive mejor que nunca

La idea de la insostenibilidad del crecimiento por el crecimiento ganó fuerza con la crisis del petróleo de 1973. Fue el despertar. Sucedió poco después de que, a finales de los años 60, el entomólogo de la Universidad de Stanford Paul Elrich escribiera The Population Bomb, donde abogaba por poner límites al crecimiento como forma de salvar a la raza humana de una supuesta hambruna a la que llevaría el incremento constante de la población. No era una idea nueva. El mismo miedo lo había tenido ya el clérico británico Thomas Malthus en el siglo XVIII.

¿Qué es lo que no funciona con la globalización?

¿Qué es lo que no funciona con la globalización?

La globalización nos afecta a todos, se percibe en los productos que compramos en el súper, en el número de turistas e inmigrantes que pasean por las calles, en las tendencias sociales, las empresas para las que trabajamos, los idiomas que hablamos e incluso en las series que vemos. Sin embargo, la opinión de que la apertura a otros países y mercados solo traería prosperidad y riqueza ha quedado eclipsada por la desigualdad salarial, el desempleo, el daño medioambiental de una sociedad consumista y la deslocalización de la mano de obra, como demostraron las manifestaciones durante el G20. La globalización, al igual que el desarrollo, es inevitable, por eso, cabe preguntarse si el equilibrio entre las demandas del mercado y el Estado de bienestar es posible, si realmente la globalización puede deshacerse de su cara más oscura.

Publicidad
Publicidad
Publicidad