La retirada en Los Ángeles de la estatua de Cristóbal Colón me ha producido un desagrado no patriótico, ciertamente, sino filosófico, existencial. Una náusea. Ha sido otra manifestación de nihilismo, de individuos que no aprecian su existencia.
Las autoridades de Los Ángeles, en Estados Unidos, han completado la retirada de una estatua del explorador Cristóbal Colón, levantada hace 45 años en el Grand Park del centro de la ciudad.
Desde las instituciones se busca promover una reflexión permanente acerca de la historia. El propio Gobierno explica que el 12 de octubre es un día para promocionar «los Derechos Humanos de nuestros pueblos originarios, tal como lo marca la Constitución Nacional en su articulado sobre la igualdad de las personas, dándole la garantía del respeto a la identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural». Se trata, en definitiva, de una fecha para «recordar, celebrar y trabajar para el bienestar de todas las culturas» y atender «las reivindicaciones de todos los pueblos del continente americano.