Un cuenco chino de porcelana de 1.000 años de antigüedad ha alcanzado un récord de 37,7 millones de dólares – unos 32 millones de euros- en una subasta celebrada este martes en Hong Kong, ha informado la casa de subastas Sotheby’s.
El trabajo ridiculizado incluye ocho kilómetros de Xiaohekou, una sección sin restaurar y considerada como una de las más bellas de la muralla. Como parte de la restauración, las torres de vigía y las construcciones defensivas se rebajaron, al parecer, para prevenir que siguieran deteriorándose a causa de los elementos externos. El director de la oficina de antigüedades de Liaoning, Ding Hui, dijo este miércoles, según han publicado algunos medios, que los trabajos se completaron hace dos años y que duraron tres meses, como parte del plan de restauración del Gobierno. “Se hizo algo realmente feo», admitió Ding. La parte de la muralla ahora cuestionada fue construida durante la Dinastía Ming en el 1381.
Esta es la primera vez que la luz artificial ilumina estancias como el Salón de la Armonía Suprema o el Palacio de la Pureza Celestial, a partir de ahora dotados de unos focos instalados en la entrada de las habitaciones. Sin embargo, se ignora por el momento si las bombillas acabarán instalándose también en el resto de las 9.999 salas que tiene el lugar que sirvió de sede de los emperadores durante las últimas dinastías de China, la Ming y la Qing. Con todo, algunas de los espacios ahora iluminados artificialmente permanecerán cerrados al público.