Para convertir todo en productos de absorción rápida hay que simplificarlos, borrar sus matices, obviarlos, y eso reduce nuestro mundo
En la nueva pelicula de Noah Baumbach, Historia de un matrimonio, Charlie y Nicole rompen sin que exista una razón clara. El enfriamiento acaba en un proceso de divorcio aparatoso, caro y espectacular, con abogados millonarios que juegan sucio y una lucha por la custodia de su único hijo. La posibilidad de una solución amistosa sin abogados desaparece. El sistema da incentivos para jugar sucio.
El asunto me parece delirante, pero ha despertado mi interés. Achacarle a Uber la responsabilidad de su divorcio, como ha hecho un ciudadano francés, y reclamar una indemnización de 45 millones de euros resulta de coña, sin conocer el detalle de la causa judicial. Dice el tipo que contrató los servicios de Uber desde el teléfono de su esposa, tras solicitar el servicio y cerrar la sesión, ella estuvo recibiendo notificaciones de sus viajes, el nombre del conductor y la hora de llegada, lo cual despertó dudas en la señora de posibles infidelidades, en un conflicto que terminó en divorcio.
En Descalzos por el parque, tras su primera rabieta de recién casada, Jane Fonda le pregunta a su marido cuánto tardará el divorcio. Y yo que sé -responde Robert Redford- ¡si todavía no han llegado los papeles del matrimonio!
La mitad de los divorciados encuestados en Estados Unidos confiesan tener dudas sobre la decisión que tomaron y a un 42% le gustaría tener una segunda oportunidad para reconstruir la relación que rompieron…
Alguien debería escribir una novela sobre esto, antes de que yo coja la idea y la fastidie.Es una historia llena de posibilidades. De verdad que es un novelón y alguien tendría que escribirlo.
Todo es vertiginoso asomados a los abismos que el ser humano es capaz de generar en esta pobre y maltratada madre tierra que nos soporta con sempiterna paciencia