Si no fuese por lo de Putin… Llega con muchas propuestas atractivas, liberales, de recuperación de la sensatez fiscal, que evocan tiempos gloriosos de Margaret Thatcher, este François Fillon que acaba de colocarse inesperadamente en el papel de favorito para ganar las elecciones presidenciales francesas de 2017 por poco que unos cuantos electores socialistas se tapen la nariz y voten por él en la segunda vuelta. Se da por hecho que el candidato del PS, sea el que sea, incluso Manuel Valls, quedará eliminado en la primera porque el partido está tan mal considerado hoy como el de los socialistas españoles, y Fillon sería el último dique frente a la oleada derechista y racista de Marine Le Pen y su Frente Nacional.
“Cuando se niega la nación, estalla Europa. Y Europa hoy está profundamente enferma […] la nación sosiega; la frontera apacigua […] Los musulmanes deben sentirse interpelados por los crímenes terroristas cometidos en su nombre […] el Estado de Derecho es muy simple: cuando hay dudas sobre alguien es mejor encerrarlo para comprobar su peligrosidad antes que dejarlo en la calle y que pueda hacer estallar una bomba […] siglos de historia crean una identidad y los pueblos no cambian. Las características estructurales de los pueblos no cambian a través del tiempo.” El autor de estas palabras no es un fascista de los años treinta; tampoco es Ernest Renan, teórico francés del nacionalismo y autor del famoso discurso “¿Qué es una nación?”, que escribió que la nación es “un alma, un principio espiritual”.