El ‘cuento ilustrado’ más antiguo que se conoce tiene más de 51.000 años
El hallazgo, realizado con un nuevo método de datación, retrasa la edad de estas narraciones en al menos 5.700 años
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Un estudio desafía el modelo de poblamiento que consideraba el centro peninsular como un lugar inhabitado
Los humanos modernos se expandieron hacia el noroeste de Europa antes de lo que se pensaba
«A la exalcaldesa de Pamplona le cae un Armageddon por decir que antes de ser alcaldesa pactando con quienes jalearon el terrorismo de ETA, fregaría escaleras»
Es lo que percibimos como atroz lo que se convierte en noticia porque en la noticia está implícito el rechazo
La colonización se llevó a cabo en tres períodos distintos y característicos
Una carnicería de hace 2,9 millones de años encontrada en un yacimiento de Kenia vuelve a poner sobre la mesa quién fabricó las primeras herramientas de piedra
Cuando aún no había agujas para enhebrar, en el Paleolítico superior, los auriñacienses confeccionaban su ropa mediante técnicas de perforación
El manejo de esta tecnología se presenta en un estudio como un factor decisivo en la competición de los sapiens frente a otras especies de homínidos
Las arrugas son experiencia, aunque también una muestra de que la evolución humana no es solo en un plano físico
El cráneo es 150.000 años anterior a la fecha en la que se creía que el Homo Sapiens había llegado a Europa
En un mundo al borde del colapso medioambiental, político, económico y social, la agroecología se está erigiendo como una disciplina fundamental para nuestro planeta.
Las pinturas rupestres de las cuevas de Ardales (Málaga), Maltravieso (Cáceres) y La Pasiega (Cantabria) no son tan antiguas como se creía, según un estudio publicado en la revista Science, que cuestiona que los neandertales sean los autores de estas manifestaciones de arte parietal.
La pereza contribuyó, en parte, a la extinción del Homo erectus, un homínido extinto que habitó la Tierra en un periodo que abarca entre unos 1,8 millones de años y 350.000 años antes de la era del Homo sapiens, según un estudio de la Universidad Nacional Australiana (ANU) y publicado en la revista científica PLoS One. La investigación se apoya en las evidencias halladas en las excavaciones arqueológicas que se realizaron en 2014 en el yacimiento de Saffaqah (Arabia Saudí) sobre las antiguas poblaciones humanas que datan de la Edad Temprana de Piedra.
El biólogo sueco Svante Pääbo, un especialista en genética evolutiva que ha centrado su trabajo en el estudio del genoma completo del hombre del Neandertal y las primeras poblaciones de la prehistoria, ha sido galardonado este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2018.
No obstante, según Arsuaga, los Homo sapiens hemos ido más lejos: cuando aparece en Europa el gran arte en forma de pinturas de animales o de estatuillas, los neandertales ya se habían extinguido.
El equipo de investigadores encargado de excavar el yacimiento arqueológico de Yebel Irhoud, en Marruecos, descubrió el pasado junio que los fósiles de ‘Homo sapiens’ hallados en dicho lugar son los más antiguos jamás hallados, e indican que nuestra especie apareció 100.000 años antes de lo que se creía hasta ahora.
Los restos más antiguos conocidos del «Homo sapiens», datados hace entre 300.000 y 350.000 años, han sido hallados en el yacimiento arqueológico Yebel Irhoud (Marruecos), a unos 150 kilómetros al oeste de Marrakech, según ha publicado este miércoles la revista Nature.
Esta conclusión ha sido deducida por las dos instituciones a raíz del análisis de 208 restos de pequeños vertebrados hallados en Cova Eirós, en Lugo. Todos pertenecen a los últimos años del Paleolítico Medio -de 40.000 años de antigüedad- y el Paleolítico Superior Inicial -32.000 años-. Su examen pormenorizado ha revelado datos muy importantes sobre el ecosistema que existía en aquella época, en la que vivieron los neandertales. Y es que las condiciones climáticas y ambientales de esta zona de Galicia eran muy semejantes a las que conocieron los primeros humanos anatómicamente modernos, los sapiens. Era un entorno frío y más lluvioso que el actual al que pudieron adaptarse con mayor facilidad que sus antepasados. El estudio ha sido publicado en la revista científica Quaternary Science Reviews.
Los artículos publicados por la BBC y The Guardian sobre la idea de Harari señalan los principales características de esta evolución: por supuesto los humanos seguirán existiendo, pero probablemente serán muy distintos a nosotros, de la misma forma que nosotros somos distintos a los neandertales y estos de los chimpancés. La vida evolucionará con el diseño de la inteligencia y romperá con el reino orgánico para pasar al inorgánico, lo que significa que no se tratará de una evolución por selección natural, sino basada a partir del diseño de dicha inteligencia. Uno de los factores que el autor señala como clave es el hecho de que en la actualidad, nuestro comportamiento puede procesarse para saber lo que queremos antes de que nosotros mismos nos demos cuenta, y este factor tiene el potencial de cambiar lo que significa ser humano. Hasta ahora, no sólo hemos conquistado la naturaleza, sino que también, aunque a paso lento, hemos comenzado a derrotar peores enemigos de la humanidad, como el hambre y la enfermedad. Sin embargo, según Harari, hemos logrado estos triunfos construyendo complejas redes que tratan a los seres humanos como unidades de información, y la ciencia de la evolución nos enseña que, en cierto sentido, no somos más que máquinas de procesamiento de datos. Mediante la manipulación de estos datos, podemos ejercer dominio sobre nuestro destino, o por otro lado, que la inteligencia artificial acabe dictando el mismo, lo que sin duda permite aventurar que los humanos serán algo diferente al Homo sapiens actual.
El equipo científico internacional, liderado por la Universidad de Washington, ha analizado secuencias de genoma de 1523 individuos a escala mundial. El objetivo era conocer la influencia genética de dos especies de Homo extintas: los neandertales y los denisovanos. Según los investigadores, los melanesios tuvieron que llegar a Oceanía desde África. ¿Por qué los que habitan hoy en Melanesia tienen la mayor ascendencia genética de denisovanos del mundo? Esta es todavía una incógnita.
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