La sentencia dictada por un tribunal de la localidad siciliana de Catania condena a 18 años de prisión al capitán del barco pesquero, el tunecino Mohammed Ali Malek, por homicidio múltiple, y a cinco años de prisión a su asistente, el sirio Mahmoud Bikhit. Los dos acusados, que negaron toda responsabilidad en la tragedia y sostienen que son simples migrantes, fueron juzgados por favorecer la inmigración ilegal. Según la acusación, las maniobras erráticas de Malek contribuyeron significativamente al naufragio de la embarcación. Los testimonios de los supervivientes coincidieron en subrayar que Malek se encontraba al timón cuando el barco se hundió en pocos minutos después de golpear con un carguero portugués que intentaba rescatarlo.