El blanco es una metáfora del poder
«El ‘no puedo respirar’ de George Floyd no es más que un nuevo capítulo de la historia de los negros»
«El ‘no puedo respirar’ de George Floyd no es más que un nuevo capítulo de la historia de los negros»
«Sánchez se reúne con quien haga falta e incluso visita fábricas pese a estar rodeados de positivos, pero los periodistas no pueden preguntarle cuando se viste de Churchill»
«Como reconoció el hijo de Hemingway, Patrick, ‘La quinta columna’ no es precisamente un ‘Ricardo III»
«El artista, para no morir, debe ser capaz de reírse de sus propias desdichas»
«Si Sánchez, moreno como Rajoy recuperando su «¡viva el vino!», aprovecha para jugar a presidente en sus reuniones de postín con los colectivos sociales afines, en los diarios hay tema para abrir las secciones de política»
Cuarenta días necesitó el líder de Podemos para plantar su cara en las papeletas de las elecciones europeas de 2014 y cambiarlo todo en la política española
«Aunque es difícil poner orden entre tantos títulos, de todos los libros que he leído y reseñado durante los últimos meses me atrevo a sugerir estas cinco lecturas»
Antonio Vega da un concierto en el Hard Rock. Tiene un botellín de cerveza en la mano. No le gusta cómo está sonando y amenaza con suspender el concierto. Alguien del público le grita “borracho”. Él responde: “Tururú”. En otra escena del documental Tu voz entre otras mil lo entrevista Iñaki Gabilondo. “Has cometido muchos errores en la vida…”, le dice. “Las drogas…”. Antonio Vega respira hondo antes de responder.
Hasta ahora, la barrera entre estos libros y la llamada literatura de calidad estaba clara
A Ruth Bader Ginsburg la han convertido en una suerte de heroína que defiende a los más débiles
Cuando Pedro Sánchez asumió la Presidencia del Gobierno, lo primero que hizo fue poner a un relator al frente de su gabinete. Eso era Iván Redondo: un vendedor de políticos, un experto en marketing, una especie de gurú de El Ala Oeste de la Casa Blanca, y no un experto fontanero para forjar esos acuerdos parlamentarios que necesitaría un Gobierno sostenido solo por 84 diputados.
Será que la obligación de leer por trabajo le quita literatura al asunto, o que el morro se vuelve con el tiempo más y más fino, o simplemente que no he sabido elegir buenos títulos, o que no los he sabido leer bien, pero este 2018 que se acaba no ha sido para mí un año de lecturas deslumbrantes. Ninguna me ha dejado sin habla, aunque sí ha habido un puñado de libros que me han gustado hasta el punto de querer recomendarlos en esta lista -otra más- de lecturas del año que nadie necesita ni reclama. Y, sin embargo…
En la Casa-Museo de Emilia Pardo Bazán, en pleno centro de La Coruña, se encuentra la vivienda donde la escritora nació y pasó su juventud sumergida entre los libros de la biblioteca de su padre, un liberal que fue elegido diputado.
La actual edición de El cuaderno gris es fruto de un concienzudo trabajo de «restauración». Durante dos años, el catedrático Narcís Garolera corrigió errores tipográficos, mitigó algunas licencias artísticas de los correctores y reparó descuidos en la transcripción mecanográfica de la obra cumbre de Josep Pla. Garolera introdujo unas cinco mil correcciones en la edición catalana y tres mil en la traducción al castellano de Dionisio Ridruejo y su mujer, Gloria Ros. Tres mil correcciones sobre una traducción que más bien fue una reescritura.
Gaziel y Pla congeniaron como dos solitarios que repudiaban la dictadura, y a quienes las muertes del historiador Jaume Vicens Vives, en 1960, y del editor que compartían, Josep Maria Cruzet, en 1962, los terminó de desmoralizar.
Con su nuevo periodismo, Tom Wolfe clavó una palada más en tumba de la novela clásica, y eso se ha dicho una y otra vez desde hace un mes, tras la muerte del escritor del traje blanco. Los clásicos esquemas de la ficción decimonónica habían quedado obsoletos, dejó dicho en su manifiesto ‘El nuevo periodismo’, y solo podía resucitarse desde la no ficción. Entre los años 60 y 70 lideró una corriente que introdujo en el reporterismo el uso de la primera persona, diálogos, monólogos interiores… todas esas técnicas literarias que convirtieron el periodismo en un producto mucho más atractivo de lo que se hacía en los diarios tradicionales, aunque para ello hubiera que sacrificar la veracidad.
J. D. Salinger tenía 30 años “pelados, acababa de salir de la veintena” cuando conoció a Jean Miller en la piscina de un hotel de Daytona Beach. Estaba leyendo ‘Cumbres borrascosas’ y un hombre vino a decirme: “¿Cómo está Heathcliff? ¿Cómo está Heathcliff?” —dice Miller en ‘Salinger’, la biografía que firman David Shields y Shane Salerno—. Me lo dijo no sé cuantas veces. […] Por fin me volví hacia él y le dije: “Heathcliff tiene problemas”.
‘Jim & Andy’ es un documental perturbador. Relata la interpretación que hizo Jim Carrey de Andy Kaufman en la película ‘Man on the Moon’, que se estrenó en 1999, cuando Carrey era una estrella de Hollywood, y no ese tipo desquiciado al que acusan de haberle contagiado tres enfermedades sexuales a su exnovia.
Pocos conocen hoy a George Milburn en su país natal, Estados Unidos. Tampoco es que lo conocieran demasiado a su muerte, en 1966, y eso que durante un tiempo fue una firma habitual en revistas como ‘Harper’s’ y ‘Vanity Fair’.
‘Con los ojos bien abiertos’. Esta leyenda, con letras grandes y sobre una pared roja, recibe a los visitantes de la exposición sobre los cien años de la cámara Leica, en la Fundación Telefónica de Madrid. Raro es el que se resiste a fotografiarla. Todos llevamos una cámara encima siempre: la del móvil; cualquiera puede sentirse fotógrafo en Instagram. Y gran parte de la culpa de que haya tanto fotógrafo malo en busca de gloria la tiene Oskar Barnack, el creador de la Leica.
—Tú que trabajas con libros digitales —le digo a A.—, a ver si me puedes convencer de que son mejores que los de papel.
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