Las alarmas se dispararon y el escándalo conmocionó al país asiático: Samsung representa la quinta parte de la economía nacional. Los fiscales acusaron a Lee de dar o prometer en sobornos 43.000 millones de wones (36,3 millones de dólares) a la confidente de Park, Choi Soon-Sil, encarcelada. El pago era, supuestamente, a cambio de que el gobierno respaldara una fusión de dos filiales de Samsung, un movimiento crucial para el traspaso hacia Lee de los poderes de la compañía.
Lee Jae-Yong, heredero de la principal compañía mundial de telefonía móvil, Samsung, ha comparecido nuevamente ante los investigadores de la trama de corrupción que provocó la destitución de la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye. Jae-Yong, hijo del presidente del grupo, ya ha sido interrogado en varias ocasiones. La primera fue hace un mes, cuando el equipo especial de investigadores solicitó la detención de Lee, de 48 años, bajo sospechas de corrupción, malversación y declaración falsa. Una detención que fue descartada por la justicia, que estimó que no existían pruebas suficientes para ello.