Autopistas planetarias: así se trazan las rutas que toman las misiones espaciales
A diferencia de lo que enseñan las películas y series, las naves interplanetarias no se dirigen a su destino en línea recta
A diferencia de lo que enseñan las películas y series, las naves interplanetarias no se dirigen a su destino en línea recta
El estudio se publica en la revista de acceso abierto ‘Science Advances’
Tras un viaje de ocho años realizará observaciones detalladas del planeta gaseoso gigante con un conjunto de instrumentos de teledetección, geofísicos e in situ
El descubrimiento eleva a 82 el número de satélites que orbitan este planeta
Tras 20 años de servicio espacial, la nave Cassini se retira por todo lo grande. Este 15 de septiembre la sonda cruzará por última vez el espacio entre Encélado, el anillo F, el más externo y Saturno, y se lanzará contra su atmósfera, transmitiendo los datos sobre la entrada mientras pueda. Cuando se encuentre a 1.500 kilómetros de sobre la superficie del planeta gasesoso, dirá sus últimas palabras y se perderá la señal. La misión Cassini-Huygen, un proyecto de cooperación entre la NASA, la ESA y la agencia espacial italiana (ASI), es una de las más importantes. Gracias a la nave Cassini se ha podido comprobar la Teoría de la relatividad, descubrir nuevas lunas en torno a Saturno, observar como nunca sus anillos e incluso detectar moléculas y compuestos muy prometedores en las lunas Encélado y Titán. Su «gran final», previsto para las 12:30 horas, se puede seguir en directo a través de la NASA.
La NASA ha comenzado a planear cuatro posibles misiones para alcanzar Urano y Neptuno con el fin de reunir datos sobre su composición. El estudio de sus compuestos proporcionará un mayor conocimiento sobre el comportamiento de ambos planetas y de otros con los que comparten similitudes en sistemas solares lejanos.
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