Casado no interesa a Ciudadanos
Más allá de la sombra del Máster amañado, Pablo Casado representa la voluntad de cierta higienización de la derecha española. En tiempos de macronismo y ‘juventud, divino tesoro’, el treintañero vicesecretario de Comunicación, aun perdiendo por exiguo margen la votación de la militancia frente a Sáenz de Santamaría, parece tener más posibilidades de presidir el Partido Popular que su principal rival político. En la votación de los compromisarios del partido en el congreso del 20 y el 21 de julio deberá buscar el apoyo de los delegados de Cospedal, Margallo y García Hernández. No hace falta ahondar en las explicaciones de por qué con Cospedal lo tendrá fácil.