Sindrome DPM
Ahora toca esperar cuatro años para Rusia 2018, larga agonía que hace cada edición aún más especial porque las mejores cosas de la vida se hacen esperar. Gracias fútbol. Danke Deutschland. OBRIGADA BRASIL.
Ahora toca esperar cuatro años para Rusia 2018, larga agonía que hace cada edición aún más especial porque las mejores cosas de la vida se hacen esperar. Gracias fútbol. Danke Deutschland. OBRIGADA BRASIL.
Este Mundial de Fútbol en Brasil es histórico. Qué equipos, qué emoción, qué figuras, qué nivel de fútbol. A puertas de la final, nos quedamos con un principio: cualquiera le gana a cualquiera.
¿Quien se había imaginado un Mundial así? Ni por el lado futbolístico, ni mucho menos por el lado social y político. Yo me esperaba un caos total en Brasil y seguramente que a todos ustedes ya se les cayeron todas las quinielas.
Todo llega y todo pasa. Como la generación de futbolistas que encumbró a lo alto El Sabio de Hortaleza y que ha finalizado su etapa en Brasil del modo más bochornoso y decepcionante. Pero todo llega y todo pasa.
Parece que a esta Copa del Mundo la persigue una nube gris opacando la samba, las praias y el gran fútbol que prometía esta contienda hace unos meses. El descontento del pueblo es un realidad que vamos a vivir y sufrir todos los que estemos allá.
Para los malvados políticos y empresarios sin escrúpulos, el Mundial solo ha sido una magnífica ocasión para seguir robando de las obras públicas el dinero que con esfuerzo pagan todos los contribuyentes.
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