«Me compraron y me vendieron cuatro veces dentro de Estado Islámico y cada una de esas veces yo intenté escapar. Me torturaron, me castigaron, me pegaron (…) Uno de mis compradores fabricaba explosivos y me obligaron a ayudarle a preparar estos explosivos», ha recordado Lamiya. Estas dos supervivientes del horror del Estado Islámico han agradecido al Parlamento Europeo por devolverles con este galardón parte del «honor» arrebatado por el ISIS. «Si el mundo no puede protegernos en nuestra tierra, pido a Europa que abra sus puertas para poder dar refugio y ayuda a 500.000 yazidíes de Irak y organizar una migración masiva, igual que ocurrió después del Holocausto», ha agregado Nadia Murad. Las dos galardonadas, que han recogido el premio ataviadas con el vestido tradicional yazidí, han pedido a los europarlamentarios que su testimonio sirva para que la historia no vuelva a repetirse. «Les pido que nos prometan que no volverán a permitir que algo así se repita, que van a hacer justicia, que se perseguirá a estos criminales», han reclamado. Actualmente hay más de 3.500 mujeres y niños que siguen esclavizados en manos del Estado Islámico.