Aunque la misión de la sonda Cassini terminó en septiembre, continúa llegando a la Tierra información recabada durante su viaje. Concretamente, la NASA está recibiendo ya datos de los últimos momentos de la nave, cuando se sumergía, literalmente, en la atmósfera de Saturno, donde el aparato dio por finalizado su trabajo, que se prolongó durante 20 años. Inicialmente, la misión Cassini-Huygens iba a durar cuatro años, pero ante el imprevisto rendimiento de la nave, las agencias detrás del proyecto (la NASA, la ESA y la Agencia Espacial Italiana) decidieron prolongarla hasta 2017, momento en el que la sonda entró en contacto con la atmósfera del sexto planeta del Sistema Solar y, de forma programada, se destruyó. Diligente, Cassini mantuvo su antena dirigida hacia la Tierra mientras su combustible se lo permitió y, después de enviar su última señal, ardió en el cielo de Saturno. Este es su testamento.