Las instituciones barcelonesas se ponen de acuerdo para activar un plan que minimice la contaminación del aire. La Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, su Área Metropolitana, la Diputación y diversos representantes locales han acordado un proyecto que pretende «conseguir una reducción del 30% de las emisiones asociadas al tráfico vial en el plazo de 15 años, con el fin de alcanzar gradualmente los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud», según ha detallado la Generalitat en un comunicado. Las medidas incluyen una restricción al tráfico que se hará efectiva a partir de diciembre: «en situaciones de episodio ambiental declarado por la Generalitat» no podrán circular por Barcelona ni su área metropolitana «las furgonetas matriculadas antes del 1 de octubre de 1994 y los turismos matriculados antes del 1 de enero de 1997». La medida se extenderá a todos los días laborales a partir del 1 de enero de 2019.