Prueba de fuego
El 2 de diciembre será la prueba de fuego de Pablo Casado. También para los otros dirigentes nacionales, pero para Casado más. A Pedro Sánchez las elecciones andaluzas le preocupan lo justo, tiene alguien a quien echar la culpa si las cosas no salen bien –incluso le convendría políticamente que su principal adversaria quedara en entredicho-, algo parecido le sucede a Pablo Iglesias si Teresa Rodríguez no cumple las expectativas y en cuanto a Rivera, el menor resultado que le dan las encuestas supera con creces los 9 escaños que logró las pasadas elecciones