Resulta raro que, sobre un asunto que tantos comentarios suscita, la información sea tan escasa. No parece creíble que pueda desaparecer sin rastro un avión de esa envergadura. No hay precedentes.
No sé si ustedes le darán importancia. Hoy «el progreso», ídolo sagrado ante cuya presencia acaba cualquier argumento, asesta otro golpe al Hombre. Los aviones ya no tendrán ventanillas. Es más barato y eficiente.