Según el propietario de Glentree Estates, que ha vendido propiedades a multimillonarios de Rusia, Nigeria y China, la norma que obligaría a apuntarse en un registro público a cualquier empresa extranjera que quisiera adquirir un bien inmobiliario en Reino Unido mantendría a los inversores alejados del país. También repelería a todos aquellos corruptos que quisieran blanquear el dinero ilegal de las offshore a través de la adquisición de bienes londinenses. Según este alto cargo inmobiliario, la mitad de sus clientes compran a través de una offshore. Para la gran mayoría, sin embargo, estas propuestas normativas componen una fuerte real contra la corrupción.