Pornografía

URL se ha convertido en el nuevo arma del detective Camero Hartman, en el condado de Weber –Utah–. “URL encontró una memoria USB que estaba en una jarra que estaba cerrada, y la jarra estaba en una caja y la caja tenía cosas en ella”, detalla Hartman, quien añade: “El dispositivo contenía material sobre crímenes sexuales contra niños y trata de menores”.

Sin embargo, URL no es el único perro capacitado para ello. Bear, de quien aprendió URL, llevó a los investigadores a una caja de seguridad que contenían varias tarjetas de memoria con material infantil pornográfico. Pertenecían al ex entrenador de gimnasia Marvin Sharp, que terminó suicidándose en prisión. La mayoría de los compañeros de URL y Bear trabajan en la costa este de EEUU, como en Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts, Mississippi o Virginia.

En la batalla, que abre un viejo debate en Estados Unidos, coinciden conservadores y feministas, que ven en la pornografía uno de los impulsores de la “cultura de la violación”. Por su parte, los responsables de la iniciativa aseguran que el porno es “adictivo, y perjudicial para las familias y las relaciones”. La adición al porno no es todavía algo reconocido oficialmente. Los críticos de la iniciativa dicen que el mensaje subyacente es reafirmar los valores tradicionales y religiosos.