El sobrino del suicida
El libro de Sergio González Ausina Última carta. Un suicidio en mi familia (Deliberar) me recordó que el asunto más crucial del que debe ocuparse un escritor suele estar bien a mano. Yo sé que ha de llegar el día en que me ponga a la tarea, y que todo lo que he ido publicando hasta ahora es una antología del disimulo. También sé que cuando me enfrente a ello tendré más mimbres, y que acaso el tiempo haya depurado la memoria de indeseables truculencias. Un recuerdo alisado. Pero no me engaño: si postergo el encuentro es por cobardía. Y Sergio es un valiente, un periodista de fuste que en lugar de vadear torpemente la cuestión, resolvió batirse con ella. La cuestión, por ir iluminando su hazaña, es su familia. La familia muerta y la familia viva, que es el único vehículo para llegar a la primera y la peor de las compañías para hacerlo.